Reemplazo de cadera, cuándo y cómo se realiza esta intervención
El jefe del Servicio de traumatología de la clínica, Diego Giménez, explica los distintos tipos de cirugía para implantar una prótesis y las fases del posoperatorio
Viernes, 15 de julio 2022, 00:01
La artroplastia o reemplazo de cadera es una operación muy común. Los profesionales de la salud recurren a esta intervención cuando la causa es la artritis, que provoca dolor de cadera y en algunos casos discapacidad.
Publicidad
Entre los tipos de artritis que se pueden padecer es muy común la osteoartritis, provocada por el uso y desgaste relacionado con la edad. Este tipo ocurre en personas de 50 años o más y con antecedentes familiares de esta enfermedad. Por su parte, la artritis inflamatoria es una enfermedad autoinmune en la que la membrana sinovial se inflama y se engrosa, y la artritis postraumática es derivada de una lesión o fractura de cadera grave. El último tipo de artritis ocurre en pacientes que de bebés tuvieron un problema de cadera. Aunque estos se solucionen durante la niñez, puede ser que el hueso no crezca de forma normal, lo que produce que la superficie de la articulación se vea afectada.
Para solucionar todo esto, muchos médicos optan por poner una prótesis de cadera. «En un reemplazo total de cadera, el hueso y el cartílago dañados se extraen y se reemplazan por componentes protésicos», explica el jefe del Servicio de Traumatología de Quirónsalud Murcia, Diego Giménez. En el reemplazo total, se extrae la cabeza femoral dañada y se coloca una bola de metal o cerámica y se reemplaza la cavidad pélvica con la que se articula, mientras que en la cirugía parcial solo se coloca una bola de metal o cerámica.
La cirugía de cadera se puede realizar de varias maneras en función de cómo acceda el cirujano a ella. Tres formas comunes de acceder a la cadera son desde el frente (abordaje anterior), desde el lateral (abordaje lateral) y desde atrás (abordaje posterior). También está la opción de hacer una cirugía de cadera mínimamente invasiva, que reduce el impacto en los tejidos sanos y permite acceder a la articulación mediante una o dos incisiones pequeñas. Por otro lado, en la cirugía de cadera tradicional, el profesional realiza una sola incisión. Este método tiene una recuperación algo más larga, porque se necesita cortar o separar algunos músculos y tendones para llegar a la articulación. En este caso, hay que guardar reposo relativo porque hay riesgo de sufrir una dislocación de cadera.
Tipos de prótesis de cadera
El reemplazo total de cadera es la cirugía más común y en ella se produce la extirpación de la articulación de la cadera, que es sustituida por una combinación de piezas de metal, cerámica y plástico, en función de lo que considere cada cirujano. «Los componentes de la cadera artificial están diseñados para trabajar juntos y el área afectada se elimina por completo para que no sufra más problemas relacionados con los huesos», indica el experto de Quirónsalud Murcia.
Publicidad
En el reemplazo parcial solo se cambia el elemento esférico de la articulación de cadera, lugar en el que se realiza un implante de cadera de metal o cerámica que se coloca en el centro del fémur. Normalmente esta forma de reemplazo se produce después de una fractura de cadera.
Por otro lado, también es posible un reemplazo de superficias de la cadera, similar a un reemplazo parcial. En este proceso simplemente se 'afeita' la cabeza dañada del fémur unos pocos milímetros y se remodela para permitir que se cemente una tapa de metal en su lugar. Conserva más hueso, pero «corre el riesgo de no abordar el problema por completo», apostilla Giménez.
Publicidad
Posoperatorio
Los tiempos de recuperación pueden variar según cada persona, pero es importante seguir los consejos médicos. En este sentido, durante las primeras horas del posoperatorio hay que estar acostado boca arriba y el personal sanitario ayudará al paciente a caminar lo antes posible después de la operación. También se necesita la ayuda de un fisioterapeuta para fortalecer la cadera y saber lo que se debe y no debe hacer.
Por lo general, la vuelta a casa se produce entre 3 y 5 días después de la cirugía de cadera. «Al principio, el paciente puede sentirse muy cansado, pero el dolor de antes de la operación debe desaparecer de inmediato. Solo tendrá algunas molestias como resultado de la operación, aunque deberá tomar medicación durante las primeras 48 o 72 horas», subraya el jefe del Servicio de Traumatología de Quirónsalud Murcia. Tras 6 u 8 semanas se deberá visitar al cirujano para una revisión. En la cirugía de reemplazo de cadera es fundamental ponerse en contacto con el médico de cabecera si se nota enrojecimiento, líquido o aumento de dolor en la nueva articulación.
Publicidad
Vuelta a la normalidad
La condición física, la edad, el estado de las articulaciones y músculos afectan a la rapidez con la que se vuelve a la normalidad tras una operación de cadera. Cada paciente es diferente, pero se suele poder volver a la normalidad tras unas seis semanas, momento en el que se puede, por ejemplo, volver a conducir o trabajar, siempre que no implique levantar objetos pesados, en cuyo caso el reposo podrá alargarse hasta las 12 semanas.
Para proteger la prótesis de cadera y mantener su durabilidad, es importante evitar torcerla o doblarla más de 90 grados, no aplicar presión sobre la herida, no cruzar las piernas una sobre otra, no forzarla y evitar las sillas bajas y los asientos incómodos.
Publicidad
Por último, el paciente de operación de cadera deberá tener mucho cuidado especialmente en las escaleras y en el baño para evitar caídas y tendrá que usar ayuda para caminar (muletas, bastón o andador) durante el tiempo que le indique su médico.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión