Ponle fin a la hiperplasia benigna de próstata: micción frecuente, escape ocasional e incluso sangrado
El Hospital Quirónsalud Murcia es el único centro privado de la Región que emplea la cirugía con láser de holmio para solucionar los problemas de orina en hombres, con independencia del tamaño de la próstata
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Jueves, 16 de diciembre 2021
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una de las afecciones más frecuentes en los hombres, y que se agudiza conforme envejecen. Puede provocar síntomas urinarios molestos, como el aumento de la frecuencia miccional, la urgencia y los escapes ocasionales, la necesidad de levantarse a orinar por la noche, la sensación de vaciado incompleto e incluso sangrado al orinar, lo que ocasiona múltiples molestias y una merma de la calidad de vida del paciente.
Se estima que la HBP afecta a más del 50% de los varones a partir de los 50 años y que aumenta hasta el 80% al llegar a la edad de 80 años. El origen de esta patología se encuentra en un agrandamiento de la glándula prostática que, por lo general, se produce lentamente. «El problema surge cuando este agrandamiento prostático comienza a presionar la uretra y a hacer que el flujo de la orina se vea comprometido», explica el doctor Cristóbal Moreno, urólogo del hospital Quirónsalud de Murcia, quien indica que en las causas intervienen factores como «la herencia, los factores genéticos y raciales, el envejecimiento, determinados estilos de vida o los factores hormonales y dietéticos».
La mayoría de los síntomas de este trastorno se presenta de manera gradual y progresiva, por lo que el especialista recomienda acudir a consulta ante la presencia de cualquier señal y también someterse a un chequeo urológico anual a partir de los 50 años. «Si no tratamos la HBP a tiempo, deriva en patologías más graves como la litiasis vesical, la insuficiencia renal, las infecciones severas o la retención de orina, que obliga al paciente a portar una sonda de manera permanente», avisa.
En casos de HBP, la enucleación prostática con láser de holmio (HoLEP) está considerada la técnica quirúrgica mínimamente invasiva más «efectiva y segura», apunta el Dr. Moreno Alarcón, para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata. Consiste en la utilización del láser de holmio para extirpar el exceso de tejido prostático que obstruye la salida del flujo de desde la vejiga al exterior (uretra prostática). Lo habitual es utilizar anestesia raquídea o general, aunque el tipo de anestesia puede variar según el paciente.
Grandes ventajas
El Hospital Quirónsalud Murcia cuenta un equipo médico multidisciplinar con gran experiencia en estas intervenciones y siendo un referente en emplear la técnica HoLEP, que se ha convertido en una garantía para la calidad de vida de los pacientes, gracias a su capacidad de eliminar todo el tejido adenomatoso anómalo que provoca la obstrucción de la uretra. Cabe mencionar que este hospital es el único centro privado en la Región de Murcia que ofrece esta solución.
Antes de la intervención quirúrgica, se le administra al paciente un antibiótico para prevenir el desarrollo de una infección de orina. Una vez en quirófano, por la uretra (procedimiento endoscópico) se introduce un instrumento llamado resector que contiene una fibra de láser, con la cual se realiza la enucleación del adenoma prostático que causa la obstrucción urinaria. Posteriormente, se realiza la extracción (también a través de la uretra) del tejido adenomatoso que provocaba la obstrucción. Al finalizar la cirugía, se coloca una sonda vesical con un sistema de lavado continuo con suero fisiológico, para prevenir la formación de coágulos. En total, el tiempo de la operación oscila entre los 60 y 120 minutos, en función del tamaño de la próstata.
Al tratarse de una técnica mínimamente invasiva, se evita la cirugía abierta, incluso en pacientes con próstatas de gran tamaño. Esto permite que el sangrado sea menor y que el tiempo de hospitalización varíe entre las 24 y 48 horas. La única secuela que origina este tratamiento en la sexualidad, es la aneyaculación (es decir, ausencia o disminución del semen eyaculado), sin perjudicar al resto de componentes de la esfera sexual, afirma el doctor Cristóbal Moreno.
Una solución eficaz
Este tratamiento, subraya el urólogo, está indicado especialmente en próstatas mayores de 50 centímetros cúbicos (cc), aunque se puede realizar en pacientes con próstatas de cualquier tamaño. La salud del paciente es otro factor a tener en cuenta, así como la ingesta de medicamentos anticoagulantes y/o antiagregantes que proporcionan un mayor riesgo de sangrado.
Igualmente, la enucleación prostática con láser de holmio también se utiliza para tratar o prevenir complicaciones debido a la obstrucción del flujo de orina, como las infecciones recurrentes, la dilatación del tracto urinario superior, la insuficiencia renal, la incapacidad para controlar la orina (incontinencia de urgencia) y cálculos en vejiga.
Según recoge el urólogo de Quirónsalud Murcia, las principales ventajas del láser de Holmium son:
- Alivio rápido de los síntomas urinarios (necesidad frecuente y urgente de orinar, dificultad para comenzar a orinar, miccionar de forma más lenta, nicturia…)
- La estancia hospitalaria es más corta que con otras técnicas.
- El tiempo de sonda vesical tras la operación es menor.
- La técnica se realiza a través de la uretra, por lo que se lleva a cabo sin incisiones, evitando las complicaciones asociadas a las heridas quirúrgicas.
- No existe limitación de la cirugía por el tamaño prostático.
- Elimina la obstrucción de forma completa y permanente, extirpándose más tejido anómalo que en la resección transuretral de la próstata (RTUP).
- Permite extraer tejido para su análisis pudiendo diagnosticar de forma incidental focos de cáncer de próstata en pacientes con PSA previo elevado o normal. A diferencia de la fotovaporización con láser verde que no permite extraer muestra para su estudio anatomopatológico.
- Tratamiento de litiasis vesicales (piedras en la vejiga) en el mismo acto.
- Plazo de recuperación corto.
- En muy raras ocasiones se necesita repetir el tratamiento.
Aun así, los pacientes tratados con esta técnica pueden experimentar algunos efectos secundarios temporales, como presencia de sangre en la orina o expulsión de pequeños coágulos, la necesidad imperiosa de ir al baño a orinar (urgencia miccional) o leves molestias al miccionar (dolor, escozor, etc.). Estos efectos suelen remitir a las tres o cuatros semanas, por lo que el seguimiento estrecho en esas primeras semanas es fundamental para explicar y que el paciente entienda los síntomas que está notando en el posoperatorio precoz por la inflamación de la zona operada. El urólogo realiza un seguimiento en las siguientes semanas con el propósito de mitigar al máximo los síntomas del posoperatorio.
La gran mayoría de los pacientes que se someten a la cirugía de la hiperplasia benigna de próstata consigue un buen control de síntomas de vaciado (mejoría de la micción, la ausencia de necesidad de sonda vesical si la portaban previamente, mejoría del goteo postmiccional y de la sensación de vaciado incompleto…) y de llenado (disminución del número de micciones durante el día y la noche, de la urgencia, de la incontinencia…) que se prolonga a lo largo de los años. «Quedan satisfechos con la técnica y consiguen beneficiarse de un tratamiento mínimamente invasivo que supone una disminución de la estancia hospitalaria, el tiempo de sondaje, de dolor por ausencia de herida quirúrgica y se exponen a menor riesgo de sangrado y de necesidad de transfusión sanguínea», resume el urólogo del Hospital Quirónsalud Murcia.