Un servicio de cardiología pediátrica a tu medida

Hemos charlado con dos de las doctoras responsables de la Unidad de Cardiología Pediátrica de Quirónsalud Murcia: Adalgisa de Caro y Joaquina Pan. Ambas nos han hablado de su especialidad y la importancia de contar con un servicio 24/7 especializado en los más pequeños.

Los niños tienen una necesidad innata de moverse y jugar para alcanzar la plenitud de su desarrollo a nivel físico, emocional y social. Y el ejercicio es fundamental para mejorar tanto la función cardiorrespiratoria como la fuerza muscular.

No obstante, hay que estar vigilantes para garantizar su salud cardiovascular. Algunas de las enfermedades principales que se pueden presentar durante la infancia son cardiopatías congénitas. Estas engloban malformaciones del corazón o en los vasos sanguíneos adyacentes que están presentes desde que se forma el corazón fetal.

Por otro lado, también debemos mencionar las cardiopatías adquiridas. Aquí hablamos de las que pueden afectar al corazón de los niños como pueden ser miocarditis, enfermedad de Kawasaki, arritmias, miocardiopatías y enfermedad valvular.

No hay una edad concreta a la que haya que estar vigilante para detectar enfermedades cardiovasculares en niños, pues es variable.

Por lo general, las cardiopatías congénitas se manifiestan desde el momento del nacimiento o durante las primeras semanas o meses de vida. El motivo es que los niños nacen con ellas.

En cambio, si hablamos de las cardiopatías adquiridas, como su nombre indica, pueden aparecer en cualquier momento de la infancia. Como consecuencia, se manifiestan de manera más tardía.

Los niños con alguna enfermedad del corazón que se derivan al servicio de cardiología pediátrica suelen manifestar los siguientes síntomas:

- Fatiga o dificultad para respirar, algo que empeora con la actividad física o pequeños esfuerzos.

- Edemas en las piernas.

- Coloración azulada en boca y manos.

- Dificultad para alimentarse.

- Ganancia de peso escasa.

Estos síntomas los pueden detectar los padres, tutores o cuidadores y son un motivo de consulta con el pediatra de cabecera habitual. Este, tras una exploración, podrá detectar la presencia de un soplo u otra alteración que sugiera que el infante tiene una cardiopatía.

Un soplo es la forma en que denominamos al sonido que hace la sangre cuando pasa a través de las distintas estructuras del corazón. En la mayoría de los casos son soplos «inocentes» o «funcionales».

De hecho, así es como se llaman los soplos cuando hay ausencia de patología cardiaca al estudiar el corazón con una ecocardiografía. Además, son muy frecuentes en la infancia.

Es importante recalcar que más de la mitad de los niños pueden tener un soplo sin tener ninguna cardiopatía. Pero, en el resto de casos, los soplos pueden estar producidos por anomalías cardíacas presentes en las válvulas, paredes del corazón o arterias y venas.

Por ello, con una buena exploración física y un estudio ecocardiográfico, el médico tendrá los datos necesarios con los que descartar este tipo de anomalías.

Las cardiopatías congénitas son las anomalías mayores más frecuentes al nacer y causan el 20 % de las muertes neonatales. La incidencia de estos defectos en nuestra población es de 8,5 por cada 1000 nacidos vivos.

Para poder detectar este tipo de enfermedades, el pediatra de cabecera, tras una sospecha, solicita la intervención de la Unidad de Cardiología Pediátrica. Esta es la responsable de determinar las pruebas pertinentes. Las más habituales son:

Esta tecnología se denomina ultrasonido cardíaco y utiliza técnicas estándares con las que se producen imágenes en movimiento (en dos dimensiones) del corazón y los grandes vasos. Del mismo modo, también existen equipos que permiten producir imágenes en 3 dimensiones.

Las pruebas se realizan a través del tórax o, en casos más complejos, del esófago (ecocardiograma transesofágico). Son totalmente inocuas al no necesitar radiación.

Este es un procedimiento simple e indoloro que mide la actividad eléctrica del corazón, la cual es responsable de su contracción y buen funcionamiento.

Para ello, se colocan los electrodos en unas posiciones concretas en el cuerpo. A continuación, se podrá observar cómo son las señales eléctricas que circulan a través de él. Esto es lo que va a permitir determinar si las señales son correctas o si hay alguna anomalía en el ritmo cardiaco.

Es un electrocardiograma que se coloca durante 24 horas y registra la actividad eléctrica durante ese periodo. Es muy útil cuando queremos saber cómo está funcionando el corazón a lo largo del día y no solo en un momento concreto.

Para realizar esta prueba, el paciente corre en una cinta o pedalea en una bicicleta mientras se monitoriza su frecuencia cardiaca, tensión arterial y electrocardiograma.

Esta prueba es de utilidad cuando sospechamos algún problema relacionado con la actividad del corazón durante esfuerzos físicos o al realizar deporte.

La ventaja de utilizar un TAC es que se aprecian con mayor nitidez las estructuras del corazón. Esto puede ser de gran ayuda en aquellos casos en los que el diagnóstico con la ecocardiografía no es valorable o suficiente.

Una prueba muy útil para el diagnóstico de las cardiopatías congénitas que se ha puesto en marcha en la mayoría de las maternidades de España.

Como su nombre indica, es una cribado que se realiza a los recién nacidos antes del alta de maternidad, durante las primeras 24 o 48 horas de vida.

Con esta prueba se mide la saturación en una de las extremidades inferiores del bebé mediante un pulsioxímetro. Si los datos que obtenemos están alterados, se recomienda realizar una evaluación por la unidad de cardiología infantil antes del alta.

¿Es posible mediante algún signo detectar que un niño tiene una afección cardíaca? Junto a los síntomas mencionados, desde la Unidad de Cardiología Pediátrica del Hospital Quirónsalud Murcia nos explican que hay que prestar atención a los síncopes, especialmente entre los niños algo mayores.

El síncope es un desmayo con pérdida de conocimiento y es muy importante tenerlos en cuenta, especialmente, si se producen durante la actividad física.

La Unidad de Cardiología Infantil atiende a los pacientes que requieren un ingreso procedente de las urgencias o de una derivación.

Toda la unidad se vuelca con cada paciente y con sus familiares para ofrecerles la calidad, seguridad y confort que necesitan durante su estancia. De este modo, se pretende tener una buena comunicación y colaboración entre el personal sanitario y la familia con el objetivo de conseguir una rápida recuperación de la salud de los pequeños.

Por ello, si necesitas acudir a un servicio de cardiología pediátrica en Murcia, Quirónsalud es la mejor alternativa. Te atenderán como te mereces.

Solicita aquí más información de la Unidad de Cardiología Infantil de Quirónsalud Murcia.

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