El doctor Felices responde: ¿puedes comer antes de ir al hospital? ¡Lo que piensas ha cambiado!

El médico y divulgador da su versión sobre este consejo de toda la vida que se está revisando a la luz de nuevas evidencias

Domingo, 26 de octubre 2025, 18:04

Durante décadas, se nos ha indicado ir en ayunas antes de una prueba radiológica con contraste. La idea tradicional detrás de esta norma era prevenir una posible broncoaspiración: esto es, si el paciente vomita al estar tumbado durante la prueba, el contenido del estómago puede llegar a los pulmones y causar una neumonía por aspiración (broncoaspiración). Por precaución, «siempre nos han dicho que hay que ayunar antes de ir al hospital», como resumimos en nuestro vídeo de Instagram. Sin embargo, este consejo de toda la vida se está revisando a la luz de nuevas evidencias, y muchos hospitales han comenzado a cambiar de paradigma, entre ellos, los de nuestra Región.

Publicidad

¿Por qué se pedía ayunar?

Históricamente, el ayuno se requería en pacientes que acudían al hospital para procedimientos con anestesia y se extendió a las pruebas con contraste por temor a vómitos y a la citada broncoaspiración. Con los antiguos contrastes yodados hiperosmolares tenía algo de sentido: eran más «pesados» para el estómago y causaban más náuseas y vómitos. Pero los contrastes actuales de baja osmolaridad, apenas conllevan efectos gastrointestinales (en torno al 0,3%).

La ciencia desmonta la necesidad de ayunar

Lo que antes era una necesidad incuestionable hoy se considera, en la mayoría de los casos, una práctica innecesaria que podría ser incluso perjudicial. No existe evidencia científica sólida que respalde el ayuno rutinario antes de estudios radiológicos con contraste intravenoso. De hecho, las principales sociedades de radiología tanto europeas (ESUR) como americanas (ACR) ya no recomiendan ayunar de forma generalizada antes de administrar contraste.

En cuanto a nuestro país, un estudio científico reciente, diseñado por la Dra. Ana Moreno Pastor y el Dr. Enrique Girela Baena del servicio de Radiología del Hospital Morales Meseguer, ha aportado datos valiosos para romper este mito, ¡orgullo murciano! Estos radiólogos revisaron la literatura y demostraron que acudir desayunado a una tomografía (TC) o a una resonancia magnética es seguro y efectivo en la mayoría de los casos. En su artículo publicado en la revista Radiología, titulado «Rompiendo mitos en radiología: eliminación de las ayunas precontraste», señalan que con los contrastes modernos no se han descrito casos de neumonía por aspiración, es decir, el riesgo que se pretendía evitar es prácticamente inexistente. Este trabajo murciano, pionero a nivel nacional, destaca el orgullo local de haber sido uno de los primeros hospitales en España en actualizar el protocolo para permitir que la mayoría de los pacientes puedan comer y beber con normalidad antes de la prueba.

Los efectos negativos de un ayuno innecesario

Mantener la antigua costumbre de ayunar «por si acaso» no solo no aporta beneficios para la seguridad del paciente o la calidad del estudio, sino que acarrea múltiples inconvenientes. Ir en ayunas puede provocar hipoglucemia, deshidratación y mayor ansiedad en el paciente. Pensemos, por ejemplo, en un paciente diabético al que se le retrasa la prueba: no comer a su hora puede descontrolar sus niveles de azúcar; o en un anciano, al que la falta de hidratación aumenta el riesgo de lesión renal por el contraste. Además, el ayuno forzado suele implicar interrumpir la medicación habitual (por ejemplo, las pastillas de la tensión o del corazón que suelen tomarse con el desayuno), lo cual es especialmente perjudicial en personas con enfermedades crónicas. Por otro lado, muchos pacientes refieren malestar y nervios cuando, aparte de la preocupación por la prueba, pasan horas con hambre y sed innecesariamente. En resumen, valorar el balance riesgo/beneficio deja en mala posición a la práctica de las ayunas rutinarias, dado que los perjuicios superan a los supuestos beneficios.

Publicidad

Una matización importante: beber agua no aumenta náuseas ni el riesgo de aspiración, y en la mayoría de las circunstancias debería permitirse sin restricciones. De hecho, tomar líquidos alrededor de la prueba protege el riñón, alivia mareo e hipoglucemia y favorece el vaciado gástrico.

El «semáforo del ayuno»: ¿cuándo sí hay que ayunar?

Ante el desconcierto de muchos pacientes –«¿Entonces puedo desayunar o no?»– en nuestro vídeo de Instagram proponemos un sencillo «semáforo del ayuno» para aclarar dudas:

Luz verde para la mayoría: si usted es un paciente sano promedio, puede comer algo ligero y beber agua antes de su TC o resonancia sin problema. De hecho, con los contrastes modernos la incidencia de vómitos es bajísima y estar bien hidratado protege su riñón durante la prueba.

Publicidad

Luz ámbar para pacientes con alto riesgo de broncoaspiración. En este grupo entrarían personas con trastornos que dificultan el vaciado del estómago o la deglución, por ejemplo: pacientes con reflujo gastroesofágico grave, aquellos que han sufrido ictus o tienen trastornos neurológicos que comprometen el reflejo de la deglución, diabéticos con gastroparesia (vaciamiento lento del estómago) o individuos con obesidad mórbida. Para estos pacientes de riesgo, se individualiza la recomendación: a menudo se indica ayuno o preparaciones especiales por precaución, valorando caso por caso. Ante la duda, comente con su médico.

Luz roja queda reservada a situaciones muy concretas: pacientes que van a recibir sedación o anestesia para realizar la exploración. Esto es poco frecuente en radiología de adultos, pero posible en pacientes claustrofóbicos o en niños. Aquí la consulta del anestesista manda. También se aplica el rojo cuando la prueba requiere administrar contraste oral para estudiar el aparato digestivo, o en estudios de vesícula biliar, donde comer antes puede alterar los resultados, como puedes ver claramente en nuestro vídeo de Instagram. En estas situaciones, el ayuno sigue siendo imprescindible.

Publicidad

En resumen: ¿qué hago si tengo cita en Radiología?

Como médico radiólogo, entiendo la sorpresa y las dudas de los pacientes ante este cambio. Hemos pasado años diciendo «venga en ayunas», y ahora somos nosotros mismos quienes matizamos o retiramos esa indicación. Quiero transmitir un mensaje de tranquilidad: si en su citación no se menciona ayuno, confíe en que es seguro desayunar algo ligero. Los profesionales sanitarios estamos continuamente formándonos y buscando la manera de dar una mejor atención a nuestros pacientes. Actualizar un protocolo no se hace a la ligera, sino basándose en estudios y en la experiencia: en el citado estudio del Morales Meseguer, se registra que 27.000 pacientes han realizado ya sus pruebas de contraste sin ayunar y sin un solo efecto adverso.

Nuestro trabajo no es solo hacer buenas imágenes e interpretarlas para dar el diagnóstico más preciso: es acompañar al paciente, reducir su ansiedad y evitar prácticas que no aportan valor. A veces, para avanzar, hay que cuestionar lo de siempre. Y en este tema, los datos nos invitan a algo tan sencillo (y humano) como permitir el desayuno en la mayoría de los casos. Hacer fácil lo difícil… también empieza por el café de la mañana.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad