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Miedo al sexo tras un infarto

Miedo al sexo tras un infarto

¿Es normal tener miedo de retomar las relaciones sexuales tras haber sufrido un infarto? ¿Cuál es el tiempo prudencial para retomarlas? ¿Hay que hacerse un estudio de esfuerzo antes?

Dr. Antonio Tello-Montoliu

Viernes, 16 de mayo 2014, 16:40

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Las relaciones sexuales son una parte básica de la vida de pareja. Muchos pacientes experimentan miedo a retomarlas después de haber sufrido un infarto puesto que suponen un aumento de la actividad física. Además hay pacientes hombres que experimentan disfunción eréctil y mujeres que presentan sequedad vaginal, en algunos casos relacionados con la medicación prescrita a raíz del infarto. Todas estas limitaciones son de gran importancia, ya que no sólo afectan la confianza del paciente en sí mismo y en su recuperación, sino que pueden crear potenciales conflictos en la vida de pareja.

Una actividad sexual normal es comparable con un ejercicio físico leve-moderado (subir dos pisos de escaleras o correr distancias cortas). La tolerancia a esta se relaciona con la actividad física de cada individuo.

Si bien algunos estudios han relacionado tanto el ejercicio físico como la actividad sexual con un aumento en la aparición del infarto, esto es más evidente entre individuos sedentarios, mientras que en aquellos que hacen una actividad física cotidiana apenas aumenta el riesgo per se.

Por supuesto, este porcentaje es superior en aquellos que presenten angina de manera frecuente. No obstante, y sobre todo en pacientes que no presentan síntomas habitualmente, la frecuencia de aparición de nuevos infartos tras las primeras horas de la actividad sexual es muy baja, siendo mucho más baja cuando realizan ejercicio físico de manera rutinaria en su día a día.

Actualmente, los pacientes con infarto presentan una revascularización (restablecimiento del flujo) de manera muy efectiva, utilizando tanto stents coronarios implantados por vía percutánea o, en el caso de enfermedad más severa, mediante cirugía cardiaca con implante de by-pass (puentes de arteria o vena). Cuando un paciente ha presentado un infarto en el cual se han implantado stents por vía percutánea es razonable esperar al menos una semana para retomar las relaciones sexuales, siempre que no presente angina o sean síntomas leves. En los casos en que se hayan sometido a cirugía de by-pass coronario es recomendable esperar entre 6 y 8 semanas.

Es lógico que aquellos pacientes que presenten síntomas importantes o en reposo, pese a llevar un tratamiento médico, no puedan retomar la actividad sexual hasta que no se hayan controlado los síntomas o su estado haya sido reevaluado por su cardiólogo.

Las pruebas de esfuerzo en el seguimiento temprano después del infarto pueden ser de utilidad para estratificar el riesgo y la capacidad de ejercicio en aquellos pacientes que no han recibido stents o by-pass en todas las arterias afectadas (llamado revascularización incompleta). Esto es aplicable de cara a retomar la actividad sexual. Todo esto deberá estar dirigido por el cardiólogo que lleve a cabo el seguimiento del paciente, buscando su consejo en todo momento.

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