El Murcia toma impulso en El Rubial

En el cómputo global, el equipo grana mereció ganar ayer con contundencia tras demostrar su potencial en una primera parte en la que pudo golear y en la que, sin embargo, se fue de vacío a los vestuarios. En la segunda fue más práctico y letal. Noventa minutos que dejaron patentes una vez más que Ganet es imprescindible en este Real Murcia y que Athuman, entre otros que brillaron ayer, sabe jugar al fútbol mejor de lo que había demostrado en ocasiones anteriores. El que, sin embargo, queda muy tocado es el Águilas y su entrenador Gaspar Campillo. Ambos demostraron su incapacidad frente a un Murcia que tuvo las ideas más claras.

Ambos entrenadores sacaron equipos iniciales muy novedosos. Mario Simón, que no pudo contar con Julio Gracia por un problema en su tobillo, dio una nueva oportunidad a Athuman. Campillo, por su parte, apostó por Chumbi de titular, mientras que retrasó a Arcas al puesto de central y situó a Trebotic en la sala de máquinas. Los dos técnicos se jugaban mucho en un derbi peligroso para ambos.

La primera parte fue de color grana de principio a fin. Excepto los primeros minutos en los que el duelo estuvo igualado en intensidad y tensión, después se decantó por completo del lado visitante. Por intención y por ocasiones, sobre todo. No le valió de nada a Gaspar Campillo estrechar las dimensiones del césped y dejar la hierba alta y seca, ya que el equipo de Mario Simón quiso tener el balón y al final mandó con orden y criterio. Y también se pudo ir al descando con un par de goles de ventaja.

A los siete minutos un disparo de Mario Sánchez tocó en un defensa aguileño y casi entra de rebote. Athuman, cuestionado semanas atrás, mostró su músculo en el centro del campo y fue un buen compañero para Ganet, sobre todo a la hora de hacer el trabajo sucio. Armando, alejado de la zona caliente, hacía de mediapunta mientras que Juan Fernández y Haro lo intentaban por los costados. El Águilas, sin creación, no arriesgaba y esperaba atrás.

Y con este panorama, las ocasiones granas fueron cayendo una tras otra. A la media hora un pase en profundidad de Ganet para Carrasco casi acaba en el fondo de la red. El delantero grana picó el balón ante la salida de Leo Santos, pero Gaffoor sacó el balón en la línea de gol. Cinco minutos después fue Athuman el que agarró un rechace en la frontal y le pegó al balón con dureza, aunque salió rozando el palo.

En el tramo final el Murcia pudo marcar más goles; primero fue el renacido Athuman el que en un remate de cabeza silenció al Rubial, y más tarde fue Mario Sánchez el que se probó con un disparo que se marchó por poco. El equipo grana había sido mejor en todos los aspectos del juego, pero sin embargo no había hecho ningún gol y tenía las mismas opciones de ganar el partido en la segunda mitad que su rival.

De hecho, el Águilas decidió despertar tras el descanso y dio un paso adelante. Fue un poco más atrevido y jugó más adelantado, pero siguió sin crear ocasiones de gol y apenas generó peligro un centro muy cerrado de Molinero. El equipo grana, además, se mostraba cansado, aunque sin embargo fue más letal que en la primera mitad. A los veinte minutos de la segunda mitad el Murcia encontró el premio que tanto había merecido en la primera. En una jugada elaborada por Ganet, el mejor del equipo visitante, Alberto López sirvió un centro medido para un Carrasco que, con un cabezazo pegado a la base del palo, hizo el 0-1.

El equipo de Mario Simón se soltó la melena, volvió a mandar en el partido y encontró el segundo gol gracias a un Ganet inteligente que viendo los nervios mostrados por Leo Santos en varias fases del encuentro, se probó desde fuera del área con un disparo que acabó en la red y supuso el 0-2 para los visitantes.

El peor parado con el segundo gol grana fue Gaspar Campillo, entrenador local, que recibió las iras de toda la afición aguileña, que pidió en bloque su destitución. Pero su equipo sí reaccionó. De hecho, comenzó a apretar al Murcia, aunque con más corazón que fútbol. Hasta que Uche agarró un balón de espaldas en la forntal y fusiló a Serna.

Pero no le dio para más y aunque el Real Murcia sufrió durante algunos minutos, también pudo hacer el 1-3 para respirar más tranquilo tras un derbi que permite a los granas tomar impulso antes de Navidad.