Felipe Moreno sigue dando pasos para entrar cuanto antes en el Real Murcia
El empresario cordobés ya se ha reunido con la mayoría de los principales accionistas y en breve tendrá una toma de contacto con Hacienda
La llegada de Felipe Moreno al Real Murcia cada día está más cerca. El empresario, expropietario del Leganés, ha dado pasos en las últimas semanas ... mostrando su intención de entrar a la gestión de la entidad pimentonera. La buena relación con Agustín Ramos ha facilitado los movimientos de Moreno, que ya es conocedor de la situación actual del club y ha mantenido conversaciones con los principales accionistas del club... o casi todos.
Francisco Tornel, el que fuera presidente y todavía miembro del K-Business, aún no ha tenido una reunión con Felipe Moreno. Una cita que, no obstante, que se producirá en los próximos días, a la par que Tornel medita si abandonar el K-Business; considera que el grupo de empresarios que posee un importante paquete accionarial dentro del club no casa con su pensamiento, más en la línea de Manolo Molina. La dimisión del lorquino, a quien eligió Tornel, ha sido el detonante para que el notario piense en ir por libre a partir de ahora.
El anterior director deportivo apostaba por una plantilla de corte económico bajo, con un presupuesto ajustado, algo que difiere de la gestión desde que la secretaría técnica, con el asesoramiento externo de Quique Pina, se hizo cargo de la parcela deportiva. Por ello, Francisco Tornel estaría meditando defender su paquete accionarial en solitario, que es del 12%, sin el K-Business (poseedor del 10,5%). Enrique Roca (5%), Prevemur (4,5%), Gesa Mediación (3,3%) e Higinio Pérez (casi el 3%) son otros de los accionistas mayoritarios del Real Murcia.
Moreno quiere presentar un plan de pagos creíble a la Agencia Tributaria y la Seguridad Social en un plazo de dos semanas
Felipe Moreno cuenta con el visto bueno de varios de los accionistas mayoritarios. De hecho, ya se ha reunido en un par de ocasiones con Agustín Ramos. Conoce las cuentas del club, y sabe que lo más vital es solucionar las deudas públicas. Como ya contó LA VERDAD hace unas semanas, el acuerdo entre el empresario abaranero y Felipe sería una cogobernanza donde Ramos seguiría al frente de la gestión con el respaldo de Moreno. No sería necesario llegar a los tribunales, en la sentencia por la cual el casi 4% del paquete de acciones de Mauricio García de la Vega (ahora en poder de Felipe Moreno) pasaría a más del 80%. Moreno retiraría la demanda y entraría en el club del Enrique Roca para gestionar junto al actual presidente grana.
18 millones de deuda
La intención de Felipe Moreno es solucionar la deuda pública, que asciende a más o menos 18 millones de euros. Eso sí, cada temporada que pasa es peor debido a los intereses que genera la no liquidación de la misma. Las fórmulas posibles pasarían por abonar una cantidad que liquide la deuda o un aval, o una ampliación de capital que desemboque en la entrada de Felipe Moreno para llevar a cabo la cogobernanza con Agustín Ramos.
El empresario cordobés va en serio. Tanto que se ha marcado de plazo un par de semanas para reunirse con Hacienda y Seguridad Social con el objetivo de presentar un plan de pagos que reduzca la deuda pública del Real Murcia. Una vez solucionado, buscará finiquitar el concurso de acreedores. Y de ahí, hacia impagos y deudas menores. Un plan de pirámide invertida para afrontar lo más grueso y, a partir de ahí, ir saneando el club hasta hacerlo estable.
8.750 abonados
Felipe Moreno es consciente de la masa social que tiene el Real Murcia. Considera que la afición pimentonera es «un gigante dormido», que sigue hibernando después de tantos sinsabores, como reza su himno. A día de hoy, el club cuenta con alrededor de 8.750 abonados, a un mes del cierre de la campaña.
Que el ascenso en el Rico Pérez solo ha despertado a una parte del murcianismo, y que a poco que las cosas funcionen bien el Real Murcia es un proyecto con muchas posibilidades de crecimiento por su historia, sus instalaciones y su importancia dentro de una zona clave de la Península como es la Región de Murcia. Por qué no decirlo, un escaparate para poder desarrollar negocios y poner en marcha nuevos proyectos.
Felipe Moreno, junto a su esposa Victoria Pavón, logró subir al Leganés a Segunda División en 2014 tras tres intentos (Jaén, Badalona y Lleida fueron sus verdugos en 2009, 2011 y 2013, respectivamente). Con el mítico gol del ex grana Carlos Álvarez, ahora en las filas de El Palmar, los pepineros llegaron al fútbol profesional de donde no han vuelto a bajar. El 4 de junio de 2016, dos años después, el Leganés consiguió su primer ascenso a Primera División ante el Mirandés, en Anduva. En la élite se mantuvo cuatro temporadas, alcanzando en 2018 las semifinales de Copa del Rey. Sin duda, una progresión que ya firmaría el Real Murcia.
Un modelo similar al del Leganés, donde potenció la cantera y construyó una ciudad deportiva
Catorce años estuvo Felipe Moreno al frente del CD Leganés. Promotor inmobiliario y con negocios de hostelería, llegó a Butarque para salvar la vida del club pepinero, sumido en el pozo de la Segunda B y al borde de la desaparición. Fue presentado el 24 de diciembre de 2008 como nuevo propietario del club madrileño y, a partir de ahí, comenzó la mejor etapa del Leganés, junto a su esposa, Victoria Pavón. Los jugadores y empleados no habían cobrado ni una nómina, a pesar de que la subvención municipal ascendía a los 600.000 euros.
Entró a la entidad pepinera a través de una ampliación de capital, donde Moreno abonó medio millón de euros para hacerse con el 51% de las acciones del club. Este balón de oxígeno económico sirvió para pagar a los empleados del club y ponerlo al día. Al igual que pretende hacer en el Real Murcia, la intención de Felipe Moreno no es cambiar el organigrama y la directiva del club. Apostaría por mantener la estructura actual, ir solucionando los problemas económicos y de deudas, así como aportar tranquilidad y gestión a la entidad grana. Después de eso, ir mejorando el apartado deportivo y asentar al Real Murcia en el fútbol profesional casi diez años después de su descenso administrativo.
Tras la venta del Leganés hace apenas unos meses, Felipe Moreno aseguró que había recibido una quincena de propuestas para vender el club antes de tomar la decisión definitiva el pasado mes de mayo. Una de las condiciones que puso fue que lo único que cambiaba de manos era el paquete accionarial, pero no el club; o en otras palabras, que se respetase el puesto de todos los empleados que quisieran continuar en la entidad de Butarque, buscando «una transición tranquila».
También dio importancia a mejorar las instalaciones donde el club pepinero entrena, la Instalación Deportiva Butarque, así como potenciar la estructura de cantera para que el Leganés dependiera de los talentos formados «en la casa». Dos de los proyectos que pretende potenciar Felipe Moreno cuando entre al Real Murcia: la Ciudad Deportiva, que se ubicará en los alrededores del Centro Comercial Nueva Condomina, y potenciar la cantera. Esto último ya se ha empezado a hacer, con la presencia de dos equipos (Real Murcia Imperial y CD Bullense Grana) en el Grupo XIII de Tercera División.
Dani Aquino: «En el Mar Menor busco una estabilidad»
«Después de dos años y medio en el Badajoz, con algunos problemas institucionales, era el momento de volver a la Región y lograr estabilidad. Es lo que busco aquí y eso me lo dará el Mar Menor», aseguró ayer el murciano Dani Aquino, de 32 años, en su presentación como nuevo jugador del equipo de El Pitín. El Torito habló de la importancia en su fichaje de Omar Nicolás, director deportivo del Mar Menor. «Él sabe hacerlo fácil para el futbolista y además ha hecho una plantilla y un proyecto para poder estar arriba», dijo.
Aquino añadió que en San Javier «podré volver a sentir el fútbol». Admite además su rol de jugador franquicia del proyecto. «Yo soy uno más, pero si tengo que cargar con la responsabilidad del equipo será buena señal, porque significaría que lo estoy haciendo bien». Aquino acabó diciendo que ya está pensando en su futuro cuando cuelgue las botas. «Me vengo a la Región a formarme para en un futuro ser entrenador o director deportivo», reconoció.
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