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El Murcia no mereció perder en Córdoba, pero se le escaparon todos los puntos en juego. Dio la mejor imagen de la temporada en el escenario más difícil posible, pero volvió a casa sin sumar nada después de firmar un buen partido en el que su rival fue más práctico y resolutivo. Un equipo, el de Enrique Martín, que se llevó la victoria aprovechando el fallo de su rival, esperando a que los granas metieran la pata. Con solo un error en defensa al final de la primera parte, los murcianos entregaron todo el botín a su rival y se meten en el fondo de la tabla con solo tres jornadas disputadas. Nada que no pudiera pasar viendo la nueva apuesta de la secretaría técnica grana, aunque escuece la forma: adelantándose en los dos primeros partidos de Liga en los que solo consiguió sumar un punto, y regalando la victoria ayer a un equipo con mucho más potencial y que ni siquiera se molestó en tomar riesgos.
Córdoba
Becerra, Ángel, Chus Herrero, Víctor Ruiz (Fernando Román, min. 53), Jesús Álvaro, Imanol, De las Cuevas (José Antonio González, min. 60), Javi Flores, Juanto Ortuño (Antonio Moyano, min. 80) y Owusu.
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Real Murcia
Lejárraga, Álvaro Rodríguez, Julio Algar, Edu Luna, Kevin García, Juanma Bravo (Álex Melgar, min. 67), Juanra Martínez, Manolo, Marcos Legaz (Josema Raigal, min. 70), Peque y Rafa Chumbi (Alberto Toril, min. 82).
Goles: 1-0, min. 31, Juanto Ortuño, de penalti.
Árbitro: Pérez Muley (Comité madrileño). Mostró tarjetas amarillas a Chus Herrero, Edu Luna, Víctor Ruiz, Juanra Martínez y Javi Flores.
Incidencias: Nuevo Arcángel, 8.000 espectadores, 200 de ellos llegados desde Murcia.
Lo más positivo que sacó el Murcia del Nuevo Arcángel fue el valor y la valentía que mostró en gran parte del encuentro, contrarrestada, sin duda, por la ingenuidad de sus propios futbolistas. Es el peaje que tiene que pagar un entrenador como Adrián Hernández, que tiene a su cargo a jugadores con escasas horas de vuelo en Segunda B. El Murcia de Córdoba se mostró más vivo que en los dos primeros encuentros, con más ganas, más suelto. Por lo menos, hasta que llegó el tramo final del encuentro, cuando aparecieron las prisas y la precipitación colectiva. La imagen de Chumbi al final del encuentro animando a Edu Luna y Álvaro Rodríguez, ambos con la mirada perdida tras el pitido final, quizás refleje lo que debe ser el vestuario grana a partir de ahora, con los futbolistas veteranos tirando de los jóvenes, que han mostrado ganas pero que aún están verdes.
El fútbol fue injusto con el Real Murcia en la primera parte y no premió su apuesta ofensiva. Al contrario de la primera parte del choque frente al Algeciras en Nueva Condomina, el equipo grana se desinhibió de la presión y se soltó sobre el césped. Presionó con fuerza al Córdoba y lo metió atrás. Como si todavía estuviera escocido por el repaso del propio Algeciras seis días antes, se hizo amo del balón y comenzó a generar acercamientos. A los 8 minutos una gran jugada de Peque no fue aprovechada por Chumbi, que teniendo a Marcos Legaz a su izquierda fue egoísta y disparó alto. El Murcia era un equipo bien plantado y el Córdoba apenas aparecía en el choque.
El dominio era grana y a los 28 minutos Peque tuvo, tras una jugada personal, una doble ocasión que desbarató Isaac Becerra, portero local. Pero cuando lo justo hubiera sido que el choque reflejara un resultado favorable para el equipo visitante, llegó el regalo de Kevin, que posibilitó a Owusu disparar a la portería del Murcia y encontrarse por el camino con la mano de Juanra. Una acción desgraciada que acabó en penalti y con el gol del murciano Juanto Ortuño, que adelantó a los cordobeses. El Murcia no había generado grandes ocasiones, pero sí decenas de acercamientos con Marcos Legaz, Peque y Chumbi como los futbolistas más incisivos.
La seguda parte fue un ida y vuelta. El Córdoba salió de la cueva ante un Murcia que elaboró más el juego. Peque y Chumbi pidieron dos penaltis y su equipo comenzó a precipitarse con el paso de los minutos. El Córdoba se sintió cómodo y hasta pudo marcar el segundo gol. El pitido final enfrentó a los granas a la realidad: un punto de nueve posibles y la necesidad de empezar a sumar para no anclarse en la zona baja. Si no, aparecerán los nervios.
Adrián Hernández estaba cabreado por la derrota, pero orgulloso de sus jugadores: «Ha sido el mejor partido, es normal que vayamos creciendo, tenemos muchos jugadores nuevos. Al final ha pesado la presión. Era un Córdoba-Murcia, no es lo mismo que cualquier otro partido». El entrenador grana cree que el resultado debió ser otro: «Ha sido un partido muy completo en el que hemos dominado en todas las facetas. La suerte no cae de nuestro lado. Soy competitivo y estoy jodido por la derrota, pero este es el Murcia que yo quiero, este es el camino a seguir, lo que buscábamos», asegura.
El entrenador del Murcia explica el porqué de la revolución en el once y en la convocatoria: «Buscaba hacer lo que yo sentía, no traicionarme ni tampoco a las personas que merecían jugar. Después del Algeciras me propuse ser yo, que fue lo que me ha traído hasta aquí. Me había recatado por estar en el Murcia. Con Curto y Armando no tengo ningún problema, se quedaron fuera por decisión técnica», confiesa.
Algunas críticas le están doliendo al técnico de Churra, que asegura que algunos seguidores no le perdonan que llegue desde Tercera: «Hay aficionados que pueden estar esperando a este entrenador con la guadaña por ser de Tercera. Pido respeto; vengo de Tercera, pero me lo he currado muchísimo. Lo que más me duele es que son muy pocos y que nos estamos tirando piedras sobre nuestro propio tejado. Tengo familia. Se puede opinar, pero para construir», aseguró Adrián.
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