Estrechar la mano de Hacienda, paso indispensable para soñar con la Liga Pro

Pero al mismo tiempo el Consejo sabe que en el horizonte hay un partido que jugar que podría ser trascendental para la supervivencia del club. No hay un balón por medio y sí una deuda millonaria que generó Jesús Samper con su nefasta gestión desde 2008 en adelante y que los sucesivos gestores que llegaron tras el fallecimiento del madrileño no abordaron. Todos la hicieron más grande.

Esa deuda con las administraciones públicas, sobre todo la de Hacienda, originó el descenso administrativo a Segunda B del verano de 2014. En lo deportivo, el club aún no se ha recuperado. Y ahora, con la posibilidad de lograr el ascenso a Segunda o, en su defecto, colarse en la nueva Liga Pro, es un asunto que no se puede demorar.

Aunque aún no es oficial, todo hace indicar que los 40 equipos que formen la nueva Liga Pro deberán estar al corriente con las administraciones públicas, tanto con el fisco como con la Seguridad Social. Puede haber prórrogas, pero la obligación de ser un club saneado para jugar en esta Liga (la antesala de la profesional) será un requisito indispensable, por lo menos, a medio plazo.

El club grana actualmente no cumpliría los ratios y no podría participar en esta competición, aunque ahora está infinitamente más cerca de arreglar su situación con los dos entes públicos, gracias a la gestión eficaz de la directiva de Tornel, que llegó al club hace año y medio. Desde 2008 a 2018 el Murcia no había pagado, más allá de los embargos, ni un euro a Hacienda y Seguridad Social, aunque Tornel y los suyos han conseguido reconducir la situación y que ambas amnisitraciones no den ya al club grana como un caso perdido.

Desde hace año y medio el Real Murcia ha pagado a Hacienda 1,6 millones de euros, además de hacer frente a los gastos corrientes de IVA e IRPF. La deuda grana con este organismo es de 13 millones de euros, de los que algo más de 10 son de deuda propiamente dicha y otros casi 3 de intereses generados por la pésima gestión del club grana desde 2008 hasta la llegada del actual Consejo.

De los 10 millones de deuda, cerca de 8,3 son contra la masa, generados por el Real Murcia después del concurso de acreedores de 2008, mientras que cerca de 1,7 pertenece a la deuda privilegiada, la más urgente, y precisamente la que el club grana tendrá que abonar si quiere llegar a un acuerdo de pago con la Agencia Tributaria. Un documento que la Liga de Fútbol Profesional, y parece que ahora la Federación, exigirá como imprescindible para participar en sus competiciones al más alto nivel.

La directiva grana, y según los últimos contactos con Hacienda, entiende que haciendo frente a esos 1,7 millones el Real Murcia podría establecer un calendario de pagos del resto (cerca de 11) y llegar oficialmente a un acuerdo similar al que tienen muchos equipos que están en Primera o Segunda. Sabe que es un aspecto que deberá solucionar a corto plazo.

La relación entre el Real Murcia y la Seguridad Social también ha mejorado en los últimos 18 meses. La directiva de Tornel, además de pagar los gastos corrientes desde que llegó (tampoco se hacía anteriormente), ha hecho frente en este tiempo a cerca de 500.000 euros de la deuda antigua, quedando un total atrasado de 3,5 millones. De esta cantidad, cerca de 800.000 euros pertenecen a la deuda más urgente, la que probablemente tendría que abonar también el club para llegar a otro acuerdo de aplazamiento con esta entidad pública.