Shenandoah Jazz Project: «Hacemos música para todo tipo de públicos»

–¿Cómo nació Shenandoah Jazz Project?

–Surgió de las ganas de aprender y profundizar en un estilo que hasta hace no mucho nos era desconocido: el jazz, ese amplio cajón de sastre inexplicable en el que casi todo vale si se mezcla con sentido y gusto. Cada uno de nosotros llevaba tiempo buscando un proyecto donde poder sacar todo el potencial como músicos y, tras un par de llamadas y algunas jam sessions, fue inevitable formar una banda con repertorio propio.

–¿Qué sensaciones de esos comienzos dirían que se mantienen en el presente del grupo?

–Cuando estamos tocando juntos hay una energía y una magia especial que nunca se ha perdido. A veces algún miembro puede estar pasando por algún momento difícil a nivel personal o simplemente no estar de humor, pero cuando tocamos es como si se parase el tiempo y no existiese nada más.

–¿Empezaron centrados en clásicos del género o desde el principio fueron temas originales?

–Nuestra primera grabación tras solo tres meses con la formación definitiva de la banda ya fueron temas originales. Quedamos realmente sorprendidos con el resultado y desde ese momento supimos que era el camino que seguir y el que más nos llenaba.

–¿Cómo es el trabajo en equipo en la labor de composición?

–Cada uno, normalmente, trae sus temas compuestos y terminados al local, pero una vez allí es donde van cogiendo forma y le aportamos nuestros distintos toques, llevándolos a lugares y sonidos diferentes previamente inexplorados o preconcebidos. Es algo que nos encanta.

–¿Cuánto le debe el jazz contemporáneo al lenguaje más clásico y tradicional del género?

–Son como dos universos paralelos. No puedes hacer algo en uno sin que el otro se vea afectado y no puedes crear algo nuevo sin que tenga algo de tradición, ya sea en su forma, estructura, sonoridad o mera improvisación. Son mundos acotados y a la vez libres donde los únicos límites son tu talento y creatividad.

–La citada improvisación es un elemento omnipresente en su propuesta. ¿Siempre fue así o ha ido cogiendo peso con el tiempo?

–Es algo que no podemos pasar por alto como grupo de jazz. Es un factor que respetamos mucho de la tradición y desde el principio hemos intentado conservar como parte de nuestra esencia.

–¿Es la pieza clave de su directo?

–Hay dos cosas igualmente relevantes para nosotros. Por un lado, hacer una buena canción propia y, por otro, llevarla al directo a nuestro máximo nivel interpretativo. Ahí aplicamos diferentes matices, sonoridades e intensidades que dejamos en manos de la magia del momento.

–¿Qué le piden al público que acude a sus conciertos?

–Que vengan a vernos totalmente liberados de prejuicios. Nuestra música se basa en los mismos ingredientes universales que todas las demás: el ritmo, la melodía, la armonía y el timbre. Creemos que hacemos música para todo tipo de públicos y orejas y que no es solamente atractiva para unos pocos.

–¿Qué papel creen que juega el jazz en la actual industria musical?

–Nosotros queremos seguir llegando a cada vez más gente y eliminar con nuestra música los clichés que todavía perduran como, por ejemplo, que el jazz es aburrido o que es música para músicos.