Maestros y discípulos en torno a la literatura, por Juan Mayorga

Para ello, hablan de educación, familia, escuela, aprendizaje y literatura. Es una obra sobre maestros y discípulos; sobre padres e hijos; sobre personas que ya han visto demasiado y sobre personas que están aprendiendo a mirar. Una obra sobre el placer de asomarse a las vidas ajenas y sobre los riesgos de confundir vida y literatura. Una obra sobre los que eligen la última fila: aquellas desde la que se ven todas las demás, en palabras de Mayorga.

La historia, dirigida por Joaquín Lisón, cobra vida a través de Germán, interpretado por Fernando Caride, actor con una intensa trayectoria en compañías de teatro y productoras de cine. Es un profesor de literatura en un instituto poblado de jóvenes con poco interés por los clásicos y nula capacidad de expresión escrita. Está cansado de su profesión. De joven intentó ser escritor, pero fracasó en el intento.

Germán se desespera corrigiendo redacciones hasta llegar al texto de Claudio, un chico de 17 años, tímido, que se sienta en la última fila para observar a todo el mundo y que nadie le observe. Es solitario, inteligente y manipulador. El actor Carlos Esteve, formado en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia, está detrás de este personaje.

El texto de Claudio consigue rescatar de su tedio a Germán, que lo adopta como discípulo, y engancharlo con la promesa de un 'continuará'. A partir de aquí, surge entre los dos un vínculo tan intenso como peligroso. Peligroso para ellos y para quienes les rodean.