Maestro Espada: «Ha sido un privilegio trabajar con calma»

–Se hizo de esperar, pero, al fin, llegó ese ansiado primer disco. Y el resultado es excepcional. ¿Les afectó de alguna manera la impaciencia que se generó alrededor de su debut?

–Víctor Hernández: La verdad es que lo vivimos ajenos a lo que se decía desde fuera. Nuestra única ambición era hacer buenas canciones o que, al menos, nos emocionaran a nosotros.

–Apostar por la pausa, el control del material, la búsqueda incesante y la necesidad de mimar el detalle en estos tiempos de urgencia es todo un acto de valentía. Sin embargo, en su caso parece que era un elemento innegociable.

–V.H.: Es que no sabemos trabajar de otra manera. Nos gusta explorar caminos que no son los obvios y eso lleva su tiempo. Ha sido un privilegio trabajar con calma, pero también había ganas de soltar el disco.

–¿Cómo fue el proceso de investigación del folclore regional?

–V.H.: Fuimos adentrándonos poco a poco en él, ya que, aunque somos de Murcia, vivimos fuera. Aprovechamos los viajes a casa de nuestros padres para aprender más de los palos clásicos, los instrumentos y las letras. Por suerte, nos encontramos con que los folcloristas son muy abiertos y nos abrieron las puertas de su archivo.

–Aunque hay varios artistas maravillosos que trabajan incansablemente a favor de la reivindicación del cancionero popular, ¿sienten que la Región valora con justicia sus raíces musicales?

–Alejandro Hernández: No somos expertos en eso y siento que, en lo relativo al folklore, el disco no es un trabajo historiográfico ni de reivindicación. Está varios estadios atrás, en el descubrimiento y la sorpresa, en la ingenuidad y la fascinación de tocar por primera vez instrumentos llamados tradicionales pero que nosotros nunca habíamos tenido en las manos. Respecto a valorar las raíces, es complicado hacerlo porque estas antiguas joyas musicales tienen muy poca presencia en el entorno digital. Muchas viven en casetes o discos descatalogados, con lo cual hay gran parte de este patrimonio inmaterial murciano al que los nuevos públicos y artistas tienen difícil acceso, y eso lo pone en riesgo.

–Hablando de raíces, ¿ha despertado este viaje musical muchos recuerdos en ustedes?

–A.H.: No sé distinguir entre la memoria y la fantasía dentro de este disco. Leíamos cuartetas del siglo XIX que hablaban de la huerta como un vergel infinito y ese paisaje ya no es así, aunque sea una fantasía familiar. El disco está escrito en la distancia y eso define la mirada. Es un vínculo tan basado en la memoria como en la imaginación.

–Hablando del álbum es imposible no citar a Raül Refree. ¿Hasta qué punto fue fundamental en el resultado final?

–A.H.: Las canciones en esencia ya llegaban bastante trabajadas por nuestra parte, pero Raül no se limitaba a registrar eso, sino que abría caminos y sonoridades, conectándolas con otros estilos. A menudo las sesiones nos llevaban a sitios inesperados para los tres y su brillantez también ayudaba a resolver dudas y terminar los temas.

–Otro Raúl clave en su carrera es Raúl Frutos, de Crudo Pimento, quien los acompañará en esta gira de presentación del disco.

–V.H.: Nosotros éramos fans de Crudo Pimento antes de crear Maestro Espada, así que flipamos cuando nos dijo que quería estar en el proyecto. Por suerte, él ya ha explorado la música de la raíz también y tiene instrumentos rarísimos que él mismo se fabrica, así que fue fácil encontrarnos.

–En términos generales, ¿cómo han planteado este directo?

–A.H.: No nos saldría natural que el directo fuera solamente una foto del disco. Siempre estamos probando cosas nuevas con la intención de profundizar en los caminos sugeridos en el álbum. Los tramos intensos son mucho más intensos y los susurrados también más susurrados.

–¿La propuesta de Maestro Espada nace para explorar constantemente lo popular o no descartan abrir nuevos horizontes musicales en el futuro?

–A.H.: Es pronto para saber, pero es cierto que nos gusta entrar en algo que no conocemos, no pisar tierra firme y sorprendernos con lo que sale, aunque lleve más tiempo y trabajo. Valoro esa búsqueda cuando la reconozco en otros músicos.

–Tras la magnífica bienvenida al disco, ¿han dejado de sentirse intrusos dentro del folclore?

–V.H.: Nunca dejaremos de sentirnos así, ya que venimos de otros lugares y estilos. Quizá la gente ha conectado con el disco por cómo hemos transmitido nuestra curiosidad, que al final es lo que siempre nos empuja a hacer música.