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JORDI SANTOS
La Habitación Roja: «El indie de los 90 era honestidad y pasión, hoy todo es más cerrado»

La Habitación Roja: «El indie de los 90 era honestidad y pasión, hoy todo es más cerrado»

La banda valenciana actúa por primera vez en Murcia desde la salida de su último álbum, 'Memoria'

JAM ALBARRACÍN

Sábado, 15 de diciembre 2018, 12:16

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Más de veinte años de carrera y once álbumes publicados -el último, 'Memoria' (2018)- han colocado a La Habitación Roja en una zona, no diré privilegiada pero sí cómoda, dentro del panorama del pop español. La naturalidad es el denominador común de su trayectoria: nunca han logrado grandes cimas de popularidad -lo más parecido a un hit es 'Ayer'-, pero tampoco de desencanto. Nunca han generado titulares estruendosos, pero tampoco han dejado de tener la atención de la prensa especializada. Nunca han dado grandes bandazos, pero siempre han sido capaces de generar interés. Su fórmula se parece a la de los futbolistas: hablar en el campo, donde siempre se han manejado con solvencia. Escribir canciones, grabar discos, tocar en directo es el triángulo sobre el que han sustentado una carrera que atraviesa uno de sus momentos artísticamente más plácidos. 'In the middle of Norway', el documental sobre la 'doble vida' de su cantante Jorge Martí -músico en España, enfermero en Molde, Noruega- ha generado una considerable expectación, pero no ha influido en el estatus de la banda valenciana. Contacto telefónicamente con Pau Roca, guitarrista, teclista y miembro fundador de La Habitación Roja ante su concierto de mañana en Murcia.

-¿Cómo ha afectado 'In the middle of Norway' a LHR?

LA HABITACIÓN ROJAMURCIA

  • Cuándo Sábado 15, a las 23 00 horas. Dónde Sala REM. Cuánto 12/15 €. Abre Jump to the Moon.

-Pues no lo sé. Es un tipo de repercusión más personal, un tipo de reconocimiento que no se traduce en escuchas o en ventas. Nadie va a ir a un concierto por esto. Pero es verdad que ha tenido mucha repercusión y la está teniendo. Estamos contentos por Jorge.

-Son ya más de 20 años de carrera musical. ¿En qué momento se encuentra LHR? ¿Le ha parecido una evolución lógica, coherente?

-No hemos sido nunca un grupo de actitudes muy histriónicas, todo lo hemos hecho con las mismas consignas: simplemente grabar las canciones que más nos gustan, publicarlas y tocarlas. Es un plan muy sencillo de elaborar pero que nos sale de manera muy natural. Nunca hubo un momento en que triunfara una canción, ni momentos de grandes picos. Todo ha sido bastante paulatino, una carrera sin grandes sobresaltos.

-Bueno, yo diría que en cuanto a popularidad sí que viven un momento álgido. El de un grupo consolidado.

-Sí, no ha habido ningún momento que haya sido un gran subidón, pero es cierto que a menos no solemos ir. Creo que el hecho de llevar tantos años te da una cierta tranquilidad y confianza. El de La Habitación Roja es un nombre que mucha gente conoce y hay canciones que ya van formando parte de su historia, notas que es un grupo importante para mucha gente. Pero insisto, ha sido algo muy poco a poco.

-¿Siempre tuvieron claro que la de LHR sería una carrera de fondo?

-Hombre, no, porque cuando eres joven... Recuerdo que una vez un manager nos dijo que éramos un grupo al que le iba a ir bien siempre. Íbamos a sacar el segundo disco y nos pareció una barbaridad, cinco o seis años ya nos parecía una eternidad. Ahora, mirando hacia atrás, se ve diferente, pero cuando empiezas piensas más a corto plazo.

-En el single 'Nuevos románticos' hablan de la necesidad, pero también de la dificultad, de ser uno mismo. ¿Por qué esa agresividad social hacia lo diferente?

-Estamos viviendo una época en la que el mensaje más grueso se impone sobre el más argumentado. En ese sentido, nosotros siempre hemos sido defensores de los matices, de huir del discurso fácil, intentamos no hacer proclamas, ni repetir algo muchas veces para que se asimile fácil. Igual que nunca hemos querido caer en dar titulares bestias o llamativos. Pero tampoco queremos cortarnos, es una situación un poco extraña y nada agradable, la verdad.

Mirando pantallas

-Es una temática recurrente en las canciones de su último disco. ¿La tecnología finalmente nos separa más que nos une?

-Yo creo que nos une a un nivel superficial, pero a un nivel más profundo nos está separando. Solo hay que ver a todo el mundo mirando la pantalla, en el autobús, en el tren, en una sala o incluso en una comida con amigos. En el grupo tenemos la norma de no tocar el móvil en las comidas ni en los ensayos. Es una locura que nos parezca ya algo natural estar todo el día mirando pantallitas.

-Hacer canciones, libros, discos... ¿es de algún modo una manera de dejar una memoria impresa, algo que nos trascienda? Lo digo por el título del disco ('Memoria').

-Sí. La música es una de las cosas que más te retrotrae en el tiempo, es algo que a nivel íntimo todos hemos comprobado. Los olores y la música son cosas que conectan mucho con la memoria. Y era un poco el doble juego de que somos un grupo que, como nos ha dicho mucha gente, ha formado parte de sus romances, de sus rupturas, de todo. Y también somos un grupo que reivindica la música con memoria, con raíz. De no dejarnos llevar por la actualidad a lo loco. Sustentar la música con un poso.

-¿Le da mucha importancia LHR a los datos de escucha, los siguen?

-Estamos en un momento en que todos los grupos están publicando los datos de Spotify. No sé si nosotros lo haremos o no, pero es algo casi pornográfico. Dentro de poco la gente publicará lo que ha ganado en el año. Es una cosa, una obsesión por los datos... Antes, sacabas el disco y al mes te llegaban las críticas y las leías a ver si había gustado; y a los dos meses la discográfica te decía que se estaba vendiendo bien o mal. Y ahora mismo sacas un single y al día siguiente ya sabes exactamente cuantas 'plays' tienes.

Cortoplacismo

-Peligro...

-Yo siempre digo que mi grupo favorito, que es The Go-Betweens, tiene menos 'plays' que nosotros. No sé, no me parece la mejor manera de valorar la música. Ese cortoplacismo no puede ser bueno, creativamente hablando. Seguro que en periodismo y otros ámbitos ocurre igual. Cuantificar esas cosas me parece peligroso.

-Desde luego, todos sus movimientos se han dado siguiendo criterios estrictamente artísticos. Aunque me parece lícito querer tener éxito, es algo que les honra.

-Así es. Repasando nuestra discografía te das cuenta de que cuando hemos tenido presupuesto nos hemos ido a grabar con Steve Albini, hemos grabado con Santi García, con Paco Loco... Hemos elegido artísticamente, también la elección de los singles, todo. Pero bueno, tampoco hubiéramos sabido hacerlo de otra manera.

Ingenuidad indie

-Una virtud -o al menos una característica- de LHR es que se trata de un grupo honesto, que canta sobre sentimientos propios, reales, sin escudos de cinismo. Algo que se suele asociar más a la figura del rockautor.

-Quizá también por el formato. En la música del cantautor hay más espacio para escribir, las letras suelen ser más largas, tiene más tiempo para decir cosas, mientras que en pop es muy importante la rima, la melodía. Pero las letras de LHR siempre han tenido bastante espacio, son bastante largas, nos han dicho a menudo que repetimos poco y eso hace que a la gente le cueste más aprendérselas.

-¿Hay muchas diferencias entre el movimiento indie de mediados de los noventa y el actual?

-Hombre, sí, nosotros éramos mucho más... ingenuos. Para bien y para mal. El tipo de referente y la forma en que se creó ese término, realmente tenía sentido. En nuestro caso, con Grabaciones en el Mar, era Pedro [Vizcaíno], con un teléfono en su casa, porque le gustaba el grupo. Éramos gente haciendo lo que nos daba la gana, tocabas en un concierto organizado por un amigo en Granada, te quedabas a dormir en casa de alguien... Te podía gustar más o menos, pero era pura honestidad y pasión. Ahora está todo mucho más profesionalizado, la gente sale ya con propuestas muy cerradas, muy pensadas. Parece que no hubieran sido jóvenes nunca.

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