Claudio Aldaz trae el 'apöpcalipsis' al Museo Cristo de la Sangre de Murcia

El artista plástico pretende resaltar en sus últimas creaciones que quizá existan pequeños y recientes apocalipsis. Con un juego de palabras, incidiendo en el término 'pop' junto a 'apocalipsis', hace referencia a acontecimientos populares o hechos que «nos rodean cotidianamente –anota Aldaz– sin tener porqué ser grandes acontecimientos cataclísmicos y bíblicos». Aunque también hace referencia a la música y a los tradicionales cassettes, que se pueden encontrar en varias obras expuestas.

Algunas de las doce obras que se encuentran en las paredes de la sala, ya estaban en la exposición 'Viejos dioses, nuevos ídolos', en la que convivían el horror y el humor con una naturalidad asombrosa, que estuvo en 2021 en el Palacio Almudí. En esta ocasión incluyen algún detalle más. Las obras están elaboradas en varios procesos, por tanto, cuando el espectador fija la mirada en una obra, puede visualizar varias capas de pintura, de grabados, letras y colores.

El artista hace referencia en sus obras a creaciones de artistas emblemáticos. De ahí, que en sus cuadros encontramos un parecido con la obra 'La fuente' del francés Marcel Duchamp (1887-1968), con forma de váter. «Fue un cataclismo que eso se presentara como obra de arte en su momento. Duchamp entre un juego conceptual y una tomadura de pelo, presenta la obra a una feria de arte para reírse quizás del jurado y de la idea que tenían del arte en general», señala Aldaz. También aparece una caja de detergente, como la famosa caja del detergente Brillo que Andy Warhol realiza en varias esculturas para formar una especie de montaña.

Una de las novedades introducidas en esta exposición es reflejar motivos o elementos que el artista ha visto en fotografías. En 'Hacia el monolito' presenta una cabeza de muñeca sin el cuerpo. «Estaba hecha polvo y alguien la vio moverse por la playa y cuando se acercó con el móvil vió que hay un cangrejo», explica el creador. Esta imagen ha tenido varias lecturas por los espectadores, algunos la relacionan con las imágenes de cuerpos que aparecen en las costas de la Región.

Otro elemento común en las obras son las barras de códigos. «Podrían ser como nubes digitales de las que llueven datos. Es un símbolo tan potente que no es nada explícito puede ser muchas cosas y a mi me gusta esa ambigüedad del elemento», aclara.