Torrevieja no pedirá al exsecretario general del PP local que devuelva 183.000 euros que cobró del Ayuntamiento

El exsecretario general del Partido Popular de Torrevieja, Joaquín Albaladejo, no tendrá que devolver un céntimo de lo que cobró de su dedicación exclusiva durante su etapa como concejal del Ayuntamiento. El Pleno de este lunes votaba precisamente, y en cumplimiento de una sentencia, declarar nulo el acuerdo por el que se autorizaba al exedil a compatibilizar su sueldo público con sus actividades privadas entre 2007 y 2011.

La propuesta elevada por el equipo de gobierno del PP, que salió adelante con los votos a favor de PP y Vox, la abstención de Sueña Torrevieja y el voto en contra del PSOE, proponía declarar nulo ese acuerdo sin más efectos que los meramente formales y, por tanto, sin implicar que la situación deba retrotraerse a la previa a esa autorización de compatibilidad, o lo que es lo mismo, devolver el dinero. Según manifestó el alcalde, Eduardo Dolón, la interpretación de la sentencia está avalada por un informe de la asesoría jurídica externa del Ayuntamiento, así como por los propios servicios jurídicos del Consistorio.

Una solución a la que se opuso frontalmente la portavoz socialista, Bárbara Soler. Según su interpretación, si cabe entender que se puede exigir al exedil popular las cantidades que cobró, según la Justicia, indebidamente y, en ese sentido, instó al alcalde a obrar en pro de los intereses de las arcas municipales. Para ello expuso dos antecedentes en la jurisprudencia que, a su juicio, avalarían su postura. Cabe aclarar que la sentencia no hace mención explícita a qué se debe hacer con el dinero y se limita a reclamar al Ayuntamiento que anule la compatibilidad que en su día aprobó.

Dolón volvió a esgrimir que su postura no es personal o de su gobierno, sino que es la manifestada en los informes jurídicos solicitados y que, en consecuencia, no puede guiarse por la interpretación concreta de una concejal del Ayuntamiento y otorgarle más valor que la que argumentan los servicios consultados, entre ellos el de un funcionario habilitado nacional.

Soler, por contra, acusó al alcalde de, con esta decisión, tratar de «proteger» al que fuera líder de su partido. Además, el grupo municipal socialista, en consecuencia, llevó una enmienda al dictamen que se sometía a votación, pero esta no fue admitida por el alcalde al, a su entender, no haber sido registrada con la debida antelación.

Eduardo Dolón, asimismo, recordó a Bárbara Soler que el Ayuntamiento, en manos entonces del gobierno pentapartito (del que particapaba el PSOE) y por boca, dijo, de su entonces portavoz Fanny Serrano, pidió una aclaración sobre la ejecución de la sentencia. El Juzgado, sin embargo, mantuvo su resolución en los mismos términos, sin cambiar una coma.

El portavoz de Sueña Torrevieja, Pablo Samper, por su parte, criticó que el dictamen llegará 16 años después de que se aprobara la compatibilidad y lo calificó de «un despropósito». Para el líder de la formación local la sentencia es «incompleta» al no aclarar que es lo que debe hacerse con el dinero que Albaladejo cobró. Asimismo, cuestionó que el equipo de gobierno hubiera obrado de igual manera si el afectado hubiera sido de otra partido diferente al PP. Pese a que aseguró que Albaladejo «no es santo de mi devoción», aseguró que no le guarda animadversión alguna.

Tras su votación, el punto del orden del día tuvo una breve réplica en el turno final de preguntas del público asistente. Uno de ellos interpeló al alcalde y le instó a que manifestara si, a su juicio, no veía «inmoral» e «indecente» no reclamar la cantidad que Albaladejo cobró. Dispuesto el primer edil a reiterar a este ciudadano la postura que recién acababa de defender durante el debate, Dolón dio por levantada la sesión tras ser interrumpido por este mismo individuo, que no le permitió explicarse de nuevo.

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