El PP se queda solo en el rechazo a la paralización de las obras que afectan a Finca Langostina en Orihuela Costa

La causa de la familia propietaria de Finca Langostina ha recibido el apoyo en el pleno de este jueves de todos los grupos políticos a excepción de uno. El PP se ha quedado solo en el rechazo a la moción presentada por el PSOE que pedía revocar la licencia y paralizar las obras para edificar nueve viviendas en lo que antaño fue el jardín de esta casa rústica, uno de los últimos exponentes de la agricultura de secano en el litoral oriolano. Mientras la oposición en bloque ha votado a favor, sus socios de gobierno de Vox se han quedado en la abstención. Finalmente ha sido el voto de calidad del alcalde, Pepe Vegara, el que ha decantado el rechazo a la propuesta de los socialistas.

El asunto de Finca Langostina aterrizaba en el pleno después de que sus propietarias, la familia Wesenauer, hayan levantado toda una campaña ciudadana por entender que las obras en los terrenos adyacentes -y de los que antes disfrutaban- pueden dañar su vivienda con más de un siglo de antigüedad. Hasta el punto de que han llegado en varias ocasiones a encadenarse a la excavadora para impedir los trabajos.

El concejal de Urbanismo, Matías Ruiz, ha sido el encargado de explicar el posicionamiento del voto de los populares. El edil ha explicado que la promotora Praxa, propiedad del expresidente del Real Murcia, Víctor Gálvez, cuenta con licencia municipal y ha recalcado que estas las dan «los técnicos, no los políticos».

Para el concejal hasta «siete sentencias» sin posibilidad de recurso dan prueba de que la promotora es la legítima propietaria de la parcela contigua a Finca Langostina. Unos terrenos que antes formaban parte de la propiedad de las Wesenauer y que, en 2020, mientras la familia permanecía confinada en la India por la pandemia, fueron separados con un muro de hormigón. El proyecto de Praxa prevé edificar sobre lo que antes era un extenso jardín nueve viviendas de lujo con piscina propia y comunitaria.

El edil también ha reseñado que, más allá de las propias sentencias judiciales, el asunto ha sido recientemente objeto de investigación por parte de la Agencia Valenciana Antifraude. Matías Ruiz ha asegurado que el Ayuntamiento ha remitido todo el expediente a la institución autonómica y que han concluido que no observan indicios de irregularidad en la tramitación de la licencia de obras.

El PSOE en su moción alegaba, al igual que la familia Wesenauer, que horadar la losa pétrea sobre la que se asientan los terrenos generaría daños estructurales en su casa, que cuenta con un informe favorable del exarqueólogo municipal y de un profesor de la Universidad de Alicante para ser declarada Bien de Relevancia Local.

Los socialistas, asimismo, incluían en su moción establecer un perímetro de protección de 30 metros. Matías Ruiz ha indicado que esa protección solo se puede aplicar a edificaciones declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) y que él no considera que Finca Langostina reúna los requisitos para gozar de ese grado de protección con el que sí cuentan numerosos conventos e iglesias del casco histórico de Orihuela.

El concejal de Urbanismo, asimismo, ha descartado que las obras del promotor puedan tener una afección sobre la casa. El edil ha mostrado un estudio geotécnico donde, ha dicho, se señala que sí se contemplarían daños en la casa si, para la edificación de las viviendas, se excavara a una profundidad superior a los tres metros y que Praxa solo pretende profundizar en el subsuelo un máximo de 50 centímetros.

Ruiz, como ya ha hecho en otras ocasiones, se ha comprometido, aun así, a impulsar la declaración de Finca Langostina como Bien de Relevancia Local por medio de una actualización del Catálogo de Bienes Protegidos, el cual deberá salir a licitación para que lo redacte una empresa externa.

Asimismo, el concejal de Urbanismo ha indicado a la familia Wesenauer -presentes este jueves en la sesión plenaria- su oferta para que acudan a su casa un perito y un notario que atestiguen cual es el estado actual de su vivienda de cara a si, en el trancurso de los trabajos de Praxa, se pudiera producir algún daño reclamable. En este sentido, ha expresado que se mostrará especialmente «preocupado» en que su propiedad permanezca intacta.

El edil, aun así, no ha podido evitar reprochar que, a su juicio, las Wesenauer traten de tomarse «la justicia por su mano». El constructor, entre otras cosas, las acusa de tratar de derribar el muro de hormigón que separa ambas parcelas y cuya construcción se realizó en cumplimiento de una sentencia judicial.

Con todas las vías legales agotadas en España, las Wesenauer han recurrido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ante el que aseguran que han acudido para intentar recuperar para sí los terrenos del promotor y que antes fueron parte de su parcela. Alegan que Finca Langostina ya era terreno urbanizable en los años 90 -cuando adquirieron la casa- y que estaba agrupada dentro del plan urbanístico de la urbanización Lomas de Don Juan y no en el PAU 25, al cual se agarra el promotor. Por lo pronto varios eurodiputados austriacos y el propio embajador de la república transalpina se han dirigido al alcalde, Pepe Vegara, para reclamarle que atienda a las peticiones de la familia.

El líder de Vox, Manuel Mestre, que ha optado por diferenciarse de sus socios de gobierno con una abstención, ha manifestado que esta moción ha sido una de las que más difícil le ha resultado posicionarse en su trayectoria política. Con el corazón dividido, ha ilustrado, ha optado por, sin rechazarla, rendirse ante la evidencia de que existen sentencias judiciales que dan la razón al promotor y que «todo partido democrático debe respetar».

Más evocadora ha sido la edil del PSOE, Milagros Lacárcel, que ha definido a las Wesenauer, madre y dos hijas, como «las Armengolas del siglo XXI» y ha recriminado al Ayuntamiento que, desde 2020, no hayan impulsado la protección de Finca Langostina. También ha reprochado al edil de Urbanismo que no informara, en los múltiples requerimientos que ha tenido de la Conselleria de Cultura, de que se estaba tramitando una licencia, que finalmente se aprobó este pasado febrero. También ha pedido a Matías Ruiz que, a su juicio, sea «consecuente» en este caso con la defensa pública que hace del patrimonio histórico oriolano.

El portavoz naranja, José Aix, ha posicionado su voto a favor, ha explicado, a pesar de estar en contra de parte del articulado de la moción del PSOE. El edil ha ilustrado que lo hace a sabiendas de que las propuestas de la oposición que se aprueban en pleno no tienen carácter vinculante. Aun así, Aix ha expresado entender la postura del equipo de gobierno, en tanto que paralizar la obra podría suponer al Consistorio pagar una elevada indemnización al promotor.

Por su parte, la portavoz de Cambiemos, Leticia Pertegal, ha reprochado también al PSOE que, mientras estuvo en el gobierno, tampoco impulsara la protección de Finca Langostina cuando así se lo requirió su compañera de partido y exconcejala María García Sandoval. Asimismo, ha recordado que presentaron un escrito instando al Ayuntamiento a revisar la garantía que Praxa aportó para la licencia. Pertegal ha manifestado que ha tenido noticia por el Ayuntamiento de Fuengirola de que la empresa a la que se fía el aval, con sede en la República Checa, no cuenta supuestamente con permiso del Banco de España para operar en el país.

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