Persiste el peligro de desprendimientos en la playa Barranco Rubio de Campoamor
El ascensor sigue averiado y el servicio de lanzadera ha finalizado, generándose colas de bañistas
M. Jesús Escobedo
Lunes, 19 de agosto 2024
«Prohibido el paso. Riesgo de desprendimientos del talud». Esto es lo que se encuentran los bañistas en la playa Barranco Rubio de Campoamor, en Orihuela Costa. Unos carteles que advierten del peligro en esta zona del arenal, que linda con la playa de Mil Palmeras, al presentar el acantilado grietas y ante la posibilidad de que puedan seguir cayendo rocas, como ya ha ocurrido.
No hay evidencias de quién ha establecido en la zona estos mensajes, a pesar de que desde el Ayuntamiento de Orihuela aseguran que son ellos los que han ubicado esta indicación. Una señalización con balizas de madera, que lleva desde hace unos días conviviendo con las personas que frecuentan esta playa para disfrutar del verano. Antes, sobre el mes de junio, las indicaciones eran de hierro y la gente las movía, señalan desde el Consistorio. Después se cambiaron y hasta ahora. Al margen de ello, esta advertencia del peligro que hay en este entorno de la playa parece no impedir el paso y sorprende a las personas que frecuentan este arenal por «ser insuficiente». Otras, en cambio, trasladan la falta de prudencia de algunos.
Asumiendo esta realidad, son muchos los veraneantes que pasean por la orilla, sorteando a su paso rocas para ir desde esta playa a la contigua, la de Mil Palmeras. Una situación de riesgo que pasa desapercibida para algunos, sin tener en cuenta los posibles desprendimientos. Un problema que persiste y que ya en 2010 fue motivo para que una asociación vecinal de Campoamor iniciara una recogida de firmas para hacer llegar al Ayuntamiento de Orihuela el malestar por esta circunstancia, más expuesta en temporada estival por la gran afluencia de personas que van a esta playa.
Retraso en la reparación
Lograr que la playa Barranco Rubio de Campoamor sea más accesible, es un quebradero de cabeza. Con el servicio de ascensor averiado, el Ayuntamiento está a la espera de que uno de los dos que hay se ponga en funcionamiento cuanto antes, pero parece que tampoco llega para lo que queda de temporada. La reparación de la avería se está prolongando y se generan largas colas de bañistas, que necesitan tomar los elevadores para ir a la playa y así evitar las escaleras.
Numerosas esperas que son mayores desde que hace unos días acabara el servicio de lanzadera, que puso en marcha el Consistorio a través de la Concejalía de Costa, al finalizar el contrato. Un mes es lo que ha durado la prestación de este servicio, utilizado por más de 15.000 personas hasta el pasado 13 de agosto, según fuentes municipales. Fecha en la que se realizó el último viaje con este vehículo de siete plazas, que hacía una media de 80 desplazamientos al día, en un horario comprendido entre las 11 y las 15 horas.