Murales de San Isidro: «Pintada está mi casa» repleta de versos
La XI edición del homenaje al aire libre a Miguel Hernández acoge 14 nuevas pinturas y alberga ya 260
Antonio Trives
Domingo, 11 de mayo 2025, 08:20
«Pintada, no vacía / pintada está mi casa / del color de las grandes pasiones y desgracias». Así está el barrio oriolano de San Isidro, pintado todos los rinconces con los versos y la figura de quien hace 80 años escribió esos versos, Miguel Hernández.
Recorrer las empinadas y estrechas calles y callejones de este barrio es adentrarse en una infinita y constante fuente de sensaciones. Este fin de semana se celebran los Murales de San Isidro, un homenaje a Miguel Hernández a través de la pintura de los laterales de las viviendas de este barrio. A primera hora de la mañana de este sábado las pintoras, colectivos y colegios cogían de nuevo sus pinceles, adaptándose a las tempranas altas temperaturas, se adaptaban a ellas con sombreros de paja para continuaban el trabajo iniciado el viernes.
En 1976, con motivo del 34 aniversario de la muerte del poeta, un grupo de oriolanos y oriolanas, y artistas venidos de distintos puntos, organizaron el Homenaje de los pueblos de España a Miguel Hernández. Entre los actos estaba el de pintar murales en referencia a su obra y vida. Carmen Andreu, una oriolana estudiante de Bellas Artes en Valencia, ha querido rescatar ese momento. Tomando una fotografía de ese momento combina los blancos y los negros para crear los matices con los que componer este mural. «Es una forma de traer al barrio lamemoria de ese día, ese homenaje al barrio y con él para dar voz a Miguel Hernández» explica mientras toma un poco de pintura con su pincel para trasladarlo a los rostros que ya se vislumbran en la blanca pared. «Es un mural que habla, que está pensado para y por la gente» añade. Muchos vecinos, sobre todo los más pequeños de la fotografía se reconocen.
Al lado de ella, alumnos y alumnas del Colegio Nuestra Señora del Carmen de Orihuela comienzan a pintar un mural a través del verso «Desencadenad el corazón del mundo». En esa misma calle, unos metros más arriba se encuentra Eva Ruiz, la artista oriolana a la que se le ha encargado que pintara el mural homenaje al pintor oriolano, Guillermo Bellod con una de sus obras. Es Miguel Hernández, recostado en la ladera del monte, leyendo, junto a unas cabras. «La magia de este barrio no se ha perdido. La emoción la sigue manteniendo y no solo este fin de semana», señala Ruiz.
Con esta edición se han organizado once, desde que en 2012 se rescatara este evento. En total hay pintados 260. Ese año se han inscrito para la creación de 14 nuevos murales y cinco para el retoque y restauración de obras ya existentes.
«Por las calles voy dejando / algo que voy recogiendo / pedazos de vida mía / venidos desde muy lejos». Y así se evidencia en este envolvente lugar. El legado de Miguel Hernández, fuera de los archivos, está en las calles, en el pueblo, en sus gentes, a quien él le escribía.