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El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se comprometió ayer con el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, a contribuir económicamente en las obras de rehabilitación y remodelación de la fábrica de hielo. Ese compromiso lo expresó con el vasto título 'Acuerdo de manifestación de intenciones para la rehabilitación del edificio de la fábrica de hielo y nuevo edificio anexo dentro del conjunto de actuación en el entorno de las Eras de la Sal y Museo del Mar y de la Sal'.
El contenido explícito de dicho acuerdo no especifica ni la forma de hacerlo ni la cuantía. Solo de forma verbal, Carlos Mazón, en la presentación del acuerdo, señaló que la Generalitat destinará dos millones de euros. Sin embargo, en los Presupuestos del presente ejercicio solo hay consignados 100.000 euros. Su compromiso es que para 2026 y 2027 se alcancen esos dos millones para que se incorporen a los 7,1 millones que costarán las obras de adecuación de este emblemático edificio de Torrevieja. Esa aportación la hará, defiende, a medida que avancen las distintas fases de ejecución hasta que se alcance dicha cuantía.
El plazo de ejecución de estas obras será de dieciocho meses. Para ello, se ha cursado invitación a siete empresas para que participen en la licitación por medio del acuerdo marco.
En cuanto al uso, contará con dos espacios bien diferenciados. Por un lado, en la fábrica de hielo estará ubicada la oficina principal de turismo, completamente, y compartirá espacios con el punto de recepción para el Museo del Mar y de la Sal. El edificio anexo permitirá alojar las dependencias de la Concejalía de Turismo, con el Centro de Innovación y Gestión Turística.
Estas obras son una de las seis proyectadas en la actuación integral para modificar una parte de la fachada marítima de la ciudad, el entorno de las Eras de la Sal. Para esto también ha habido un anuncio. Mazón adelanta que se compromete a contribuir también con tres millones de euros para las actuaciones de este histórico espacio.
La presentación se produjo entre gritos procedentes de la calle de una veintena de personas, pidiendo la dimisión de Carlos Mazón por la gestión de la dana del 29 de octubre. Los abucheos y gritos se escucharon desde la tercera planta del Ayuntamiento, donde se ubica el salón de plenos y donde se desarrolló la rueda de prensa de ambos mandatarios para dar cuenta de ese acuerdo de colaboración.
Al finalizar ayer, a media mañana, la presentación del acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento de Torrevieja, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se dirigió a la pedanía oriolana de La Murada para participar en el acto de celebración del centenario de la Comunidad de Regantes Riegos de Levante Margen Izquierda. Mazón destacó la unidad en torno a los recursos hídricos «que estamos demostrando las administraciones de la Comunitat Valenciana» y la labor del Consell, que «ya no es sospechoso de titubear con la defensa del agua en nuestra zona, puesto que reclama, recurre y reivindica todo lo que le perjudica injustamente». Mazón destacó el trabajo del Consell en la defensa de un agua, que, según dijo, «nos corresponde y nos merecemos» en la Comunitat Valenciana. «Una lucha justa, por lo que es necesaria la unidad de todos».
En el acto, dicha comunidad de regantes, que cuenta con más de 22.000 comuneros y unas 25.000 hectáreas, quiso rememorar la inauguración de las obras y canales de riego del cuarto canal de Poniente. Fue el 4 de abril de 1925, en una ceremonia presidida por Alfonso XIII. Al igual que en ese acto se contó con la presencia del entonces obispo de Orihuela, Francisco Javier de Irastorza, ayer también estuvo el actual, José Ignacio Munilla. Esta comunidad de regantes abarca más allá de terreno agrícola de la Vega Baja y se adentra en comarcas del interior de la provincia.
La vicepresidenta primera de la Diputación de Alicante y diputada de Ciclo Hídrico, Ana Serna, reivindicó el Trasvase Tajo-Segura y puso en valor el trabajo que realizan los agricultores y regantes de la Vega Baja «utilizando los recursos hídricos de forma sostenible y con la máxima eficiencia y eficacia, gestionándolos con inteligencia y sacando de ellos la mayor rentabilidad social y económica».
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