Una gestión del verano «de 3,4» en Orihuela Costa

La temporada alta de baño encara ya su final. La mayoría de residentes, especialmente los nacionales, ya han hecho esta semana pasada sus maletas de vuelta a casa. También en Orihuela Costa, donde el verano no ha estado exento de percances. Si bien el más significativo fue el cierre temporal de Cala Mosca y La Glea por contaminación, por lo demás, para la mayor parte de los vecinos ha sido un estío de continuidad. En lo malo y en lo bueno. Las principales entidades asociativas vecinales del litoral hacen balance para LA VERDAD de estas vacaciones. Su nota es bastante descriptiva. De media, ponen un 3,43 a la gestión municipal del verano.

«Yo creo que este año no ha hecho más calor que el anterior y que la gestión de los servicios tampoco ha sido peor que nunca, aunque sí tan mala como de costumbre», reflexiona a grandes rasgos la portavoz de la Federación de Asociaciones de Orihuela Costa (FAOC), Lola Henarejos. «Han vuelto a repetirse las mismas situaciones a las que estábamos acostumbrados como la falta y repuesto de los contenedores, la escasa limpieza viaria», suscribe el presidente de la misma entidad y también cabeza de la Asociación de Vecinos de Punta Prima, Cristóbal Melgarejo, que, como única nota positiva, observa una mayor diligencias en la recogida de podas. «Lo triste es que muchas de las mejoras han llegado a partir del 15 de agosto y han dado una sensación de abandono general en julio», lamenta.

Para el caso concreto de Punta Prima, Melgarejo señala que los vecinos siguen sintiéndose «aislados» del resto de la costa por la falta de transporte público que les comunique, por ejemplo, con el hospital y también, incide, por la falta de animación en las calles. «La ausencia de chiringuito y la falta del ascensor ha causado grandes molestias. Tampoco se han realizado actividades deportivas en la playa y hay que revisar temas como el muro de la playa, con rocas en situación inestable, y la regresión de la misma playa».

Asimismo, Melgarejo señala que, a su parecer, la presencia de la Policía Local ha brillado por su ausencia. Algo que los vecinos más al sur del litoral oriolano también lo han sentido. La presidenta de AVA Campoamor, Paloma Carbajosa, pide más diligencia sobre la contaminación acústica. «La Policía debe estar más vigilante con los locales y sus ruidos, que afectan al descanso de los vecinos. También con las furgonetas que utilizan megafonía para ofrecer, por ejemplo, servicios de tapicería. Llamamos continuamente a la Policía, pero no siempre acude y no entendemos porque no se sanciona. Y eso por no hablar de los que van a la playa con los altavoces».

En el lado positivo, Carbajosa felicita al Consistorio por atender su petición de peatonalizar la calle Gustavo Adolfo Becquer generando un nuevo eje para los locales de ocio. Aun así, reseña que hay aceras muy deterioradas en este punto al igual que en otros tantos dispersos por Campoamor. «Además, no hay ni una sola papelera y se debería reforzar la cartelería cuando la calle esté peatonalizada en verano».

Exceptuando la gestión de las basuras –auténtico caballo de batalla común de los vecinos de la costa–, en Campoamor sigue escociendo la avería de los ascensores en Barranco Rubio. Algo que Carbajosa señala como colmo de unas playas que, asegura, necesitan mejorar en accesibilidad. El presidente de la Asociación de Vecinos de Cabo Roig y Lomas, Tomás Moreno, en este sentido, suscribe. «Así lo atestiguó un estudio de nuestra asociación, que demuestra que la accesibilidad falla en la práctica totalidad de nuestras playas. Y, por si no fuera suficiente, no se ha previsto ninguna partida específica para este capítulo en los presupuestos municipales», denuncia.

Moreno, asimismo, incide en la falta de materiales aducida por la empresa responsable de la contrata de mantenimiento de viales y exige celeridad en la puesta en marcha de la municipalización aprobada en pleno del servicio de mantenimiento de zonas verdes, donde todas los altavoces vecinales coinciden en un deterioro galopante. «Debería haber entrado en funcionamiento hace varios meses, de acuerdo con las previsiones informadas por el equipo de gobierno», recrimina Moreno.

Con todo, ninguna de las entidades vecinales, en su cómputo global, concede un aprobado a la gestión municipal. Henarejos pone al ejecutivo local un 4. «Lo justo es decir que el Ayuntamiento no ha cumplido las expectativas de sus vecinos y, a pesar de que somos conocedores del empeño y el esfuerzo personal de muchas personas del equipo de gobierno, la gestión de los servicios básicos de este verano sólo se puede calificar como deficiente».

Misma nota concede Carbajosa desde Campoamor. «No aprueban fundamentalmente por la recogida de basuras y limpieza, que es la necesidad primordial. Es verdad que hay voluntad de destinar más recursos técnicos y humanos, pero falta verlo», dice escéptica.

La nota más alta la pone Melgarejo, desde la óptica de los vecinos de Punta Prima: un 4,25. «El Ayuntamiento no ha sido todo lo efectivo que anunciaban. Aun así, queremos seguir manteniendo nuestra confianza en nuestras instituciones locales y deseamos que a la mayor brevedad se pongan en marcha los contratos con ILDO (zonas verdes) y SURPAL (basuras) y en los primeros meses de 2025 veamos un cambio en la costa

Bastante cerca del cero, ubica la actual gestión municipal el presidente de AVCRL, Tomás Moreno. Solo un 1,5. «De momento, y a expensas de lo que suceda en los tres años siguientes, los vecinos sienten defraudadas las expectativas que generó el actual equipo de gobierno a la vista de los escasos logros conseguidos. Y están hartos de tanta promesa incumplida. Y cualquiera con un mínimo de experiencia sabe que lo que no se haga al principio de la legislatura, luego ya no hay forma de llevarlo adelante«.

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