El concejal de Cultura, sobre el asesor destituido: «Agradezco el tiempo que ha estado con nosotros»
Gonzalo Montoya «diría que no» se refiere a él cuando el cesado aseguró que había sido «la cabeza de turco de las meteduras de pata de los concejales»
Entre las filas de Vox en Orihuela, los días se tornan convulsos mientras las réplicas del terremoto desatado por la pérdida de la subvención a la Fundación Miguel Hernández se reproducen. El último en dar la puntilla al asunto fue ayer miércoles el ahora exasesor de los del vicealcalde, Manuel Mestre, recién destituido tras la polémica. «He sido la cabeza de turco de las meteduras de pata de los concejales», dijo. Este jueves las palabras de uno de esos ediles, el concejal de Cultura, Gonzalo Montoya, eran solo de agradecimiento. «Ha sido una decisión del portavoz del grupo. Él es el que debería contestar. Yo simplemente agradezco el tiempo que ha estado por nosotros», zanjaba Montoya que «diría que no» que se refiere a él con aquello de las meteduras a pesar de que el mismo asesor mentó como ejemplo la controvertida ayuda fallida al premio de poesía.
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Sea como sea, la noticia avanzada ayer por LA VERDAD ha servido para indagar más en los motivos que llevaron a Montoya a no conceder esa ayuda que se ha prestado por parte del Ayuntamiento durante las últimas décadas. «En ningún momento se habló de quitar la ayuda, ni se ha quitado de los presupuestos. Ha sido una cuestión administrativa que ha hecho que no se haya podido entregar en 2023, pero en 2024 se va a entregar el doble. Desde la Concejalía de Cultura y desde el grupo municipal Vox lamentamos este problema, como digo, administrativo y, como no puede ser de otra forma, vamos a seguir colaborando con la Fundación Miguel Hernández y en promocionar la figura del poeta universal», subrayó Montoya en línea con lo ya expresó el partido en un comunicado el mismo día que estalló la polémica.
El motivo «administrativo» al que hace referencia Montoya no es otro que la, según él, supuesta duplicidad en la que incurría la ayuda municipal con respecto a otra concedida para el mismo objeto (el premio de poesía) por parte de la Diputación de Alicante. Esta explicación no convence a la oposición y, preguntado por si no pensó en solicitar un informe técnico para comprobarlo, Montoya contesta: «Quizá haya sido un problema de exceso de celo en un primer año», dijo en alusión a su corta trayectoria todavía en la política local.
El edil de Cultura insistió en que fueron los técnicos los que le avisaron de que la ayuda podría incurrir en alguna ilegalidad. «Me comunicaron que no podía entregarse este año. Los criterios que me dijeron fue, desde eso, hasta que la documentación fue devuelta por Intervención o en distintos problemas como digo de carácter administrativo. Procuraremos que no vuelva a pasar nada en este sentido porque, como digo, es muy triste que se tenga que unir el nombre de Orihuela a estas cosas».
«Un nuevo comienzo»
En un gesto de buena voluntad, el concejal de Vox aseguró que intentará reconducir las relaciones con la Fundación y que espera que, cuando el tema se resuelva, ello pueda servir como «un nuevo comienzo». Una intención que dice ha trasladado al propio presidente de la Fundación, Aitor Larrabide, vía telefónica una semana después de la noticia.
Montoya lamentó también en varias ocasiones «el episodio». Dice que así se lo ha trasladado a Larrabide, de cuyas acusaciones se defendió. El edil de Vox expresó que en ningún momento ha mentido y niega que haya ninguna «motivación ideológica» tras la pérdida de la subvención. «Quizá pensaba que estaba muy claro el tema del problema administrativo. No pensaba que se iba a opinar que había sido una decisión personal porque no me cabe en la cabeza que la Concejalía de Cultura, ni el grupo municipal Vox pueda estar en contra de algo tan principal para la ciudad como es Miguel Hernández».
Murales de San Isidro
A la llegada de Montoya al gobierno municipal el pasado julio, la oposición cargó por la cesión de los populares a la hora de dejar al cargo de la agenda cultural a Vox. Entre otras cosas, en aquel momento se puso ya en duda la continuidad de aquella programación más ligada al poeta. Este jueves Montoya ha vuelto a insistir en que nada desaparecerá y que ya está trabajando en la programación de la Primavera Hernandiana e incluso de los Murales de San Isidro, un evento especialmente cargado de simbolismo político por sus orígenes reivindicativos en plena Transición.
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En las horas siguientes a que saltara la noticia, en no pocos foros sorprendió la contundencia de las declaraciones del alcalde, Pepe Vegara, muy tajante con respecto a la necesidad de resarcir a la Fundación por el 'daño' hecho. Preguntado por de quién fue la idea de compensar este año a la Fundación con una subvención doble Montoya sacó pecho. «Creo que fue nuestra y la muestra está en que estaba en nuestra nota de prensa», dijo en alusión al comunicado que enviaron el mismo día de la polémica.
Una iniciativa «del Ayuntamiento»
El actual regidor oriolano, presente también junto a Montoya esta mañana en la ermita de San Antón, también fue cuestionado por esto último. Vegara, sin embargo, no se mojó y prefirió decir que la iniciativa fue «del Ayuntamiento».
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El alcalde, como responsable último del nombramiento y destitución de su personal de confianza, también se pronunció sobre la decisión de sus socios de gobierno de prescindir de los servicios de su asesor de prensa. «Cada concejalía elige a sus asesores y el alcalde lo único que hace es refrendar esa petición de las concejalías».
El acta y Orihuela Cultural
Vegara también fue preguntado por la situación en la que queda el edil Montoya, que ya encadena dos polémicas muy sonadas entre la de la Fundación Miguel Hernández y la de las supuestas amenazas a un consejero de Orihuela Cultural. Precisamente sobre esta última dejó caer un detalle nada baladí. «Precisamente ese día que surgió la polémica, yo, por motivos de agenda, no pude estar y digo lo mismo que les dije a los miembros del Consejo en la reunión que se produjo después. Necesito leer el acta y, según lo que el acta rece, tomaremos las medidas que tenemos que tomar».
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Asimismo, el regidor abogó por mantener más discreción sobre las deliberaciones del órgano ejecutivo de la empresa pública. «Lo que está claro es que las disquisiciones y las conversaciones que se dan en un Consejo de Administración, mi experiencia me dice que deben de quedarse en el Consejo de Administración y las medidas que se tomen se tienen que tomar desde el mismo Consejo».
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