Confieso que si hace cinco años alguien me hubiera contado esto habría pensado que mi interlocutor estaba loco. Pero sí, ha ocurrido. Hay un sector amplio de la sociedad en la que vivo que valora seriamente la posibilidad de votar a un tío que declara, orgulloso además, sin cortapisas, que va por ahí armado con una Smith and Wesson. Un tío que va con pipa por la calle es, intrínsecamente, una persona violenta. Porque, digo yo, ¿para qué sirve una pistola yendo por la calle? ¿Para repartir alimentos a los pobres? ¿Para abrazar a los votantes, coger bebés para hacerte la foto de marras? ¿Para expresar tu amor al prójimo? Una pistola es un artefacto que sirve para disparar, para herir. No es una flor, ni un bolígrafo, ni un pincel. Es un ingenio que el ser humano diseñó con una idea clara: matar.
Estupefacto me hallo. Y me encuentro con muchos ciudadanos, algunos conocidos míos: educadores, abogados, médicos, a los que les parece cojonudo que este tipo vaya armado y que, agárrate Luciano, lo piensan votar. Yo soy un gran admirador de Doyle y de su criatura, Holmes. Pienso como ellos que los pequeños detalles nos pueden dar mucha información sobre un individuo y un tipo que, en la España del XXI, va armado por la calle y se jacta de ello, debería ser descartado por los votantes por potencialmente violento y por poco equilibrado. Y sí, ya me conozco la excusa, la que esgrimen todos los que pretenden blanquearlo: ETA. Este vividor que no ha trabajado en nada en su vida llegó como enchufado de Esperanza Aguirre a Madrid allá por 2010. En 2011, la banda vasca dejó de asesinar y en 2018 anunció su total disolución. ¿ETA? Si este tío va armado es porque le pone, porque le gusta. Y las armas en la calle no son buena receta. Recuerden el tristemente famoso caso del periodista Amilibia.
¿Esto es Texas? Por si fuera poco, vi el programa de 'Salvados' sobre Vox. Salían imágenes de distintos actos de este partido en diferentes localidades de Andalucía. Si se fijan verán que el pájaro va escoltado en todos ellos por un grupo de cinco o seis tiazos, siempre los mismos. Armarios empotrados con la cabeza rapada (curioso, ¿no?). ¿Se hacen ustedes a la idea de lo que cuesta llevar un servicio de escolta de seis tíos permanentemente? ¿De ciudad en ciudad? ¿Lo que vale el hotel de seis guardaespaldas, dietas, transporte? ¿El sueldo? ¿De dónde sale la pasta para eso? ¿Quién paga esto? ¿Quién está detrás de este partido? Pero no nos despistemos, este 'fenómeno' que va rodeado de gorilas, confiesa que va armado con una Smith and Wesson en España, uno de los países con menor tasa de homicidios del mundo y con un nivel de seguridad ciudadana altísimo. Lleva seis armarios, ETA no existe y esto no es Colombia. Este 'pobrecico' va con pipa porque le pone, por chulo, porque lo vale. Pero vayamos al quid de la cuestión.
Piensen amigos, piensen. Si usted se enterara de que el monitor de tenis de su hijo va por ahí armado... ¿mantendría a su hijo en sus clases? Si el administrador de fincas de su comunidad fuera por ahí con una Smith and Wesson, ¿le parecería fiable? Siga usted pensando, amiga: ¿se dejaría usted operar, quedaría inconsciente sobre la mesa de quirófano en manos de un cirujano que se jactara de ir por ahí con un 'hierro' en el bolsillo? ¿Si su abogado fuera con pistola por el mundo, le parecería un tío equilibrado y fiable para defenderle en un juicio? Ya les digo la respuesta: NO.
Pues es peor. Pues sí, es peor porque no hablamos de un profesor de petanca o el guardacoches de su calle, este tipo se postula como presidente del Gobierno. El cargo más importante del país, el tío que gestiona nuestras vidas, la persona que más influye en lo que ocurre en un país de 47 millones de almas, la séptima economía del mundo, un individuo que ha de administrar un presupuesto milmillonario. ¿Y vamos a dejar todo esto en manos de un homínido que dice ir por ahí armado? ¿Estamos locos? Y después de este argumentario para pedir que mis conciudadanos reflexionen y voten a personas más serias, equilibradas, me viene don Pedro Sánchez, otro ególatra de pacotilla, hinca la rodilla y convoca un «diálogo con mediador», aguántame la barca Mari Carmen. Más votos para el de la pistola. Como en Texas, donde gana el que más grande la tiene -el arma- o el que más reos ejecuta. Jesús, ¡qué tropa!
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.