Decía Michael Robinson que los gaditanos tenían un secreto: sabían algo que el resto no. Jaranero como era, se refería al espíritu charanguero de ese ... rincón del mundo. La frase me ha hecho pensar en Trump. Sospecho que sabe algo y que cree que los demás no. Cuando lo escucho me da la impresión de que no puede ser tan cazurro y badulaque como aparenta, así que no me lo creo. Si niega el cambio climático, no es por miopía, sino por favorecer a sus amigos; sabe que no hay fraude electoral, pero defiende lo contrario porque teme dejar el trono y quedar desabrigado, sin inmunidad ante un camino ortigado: tiene varias acusaciones de delito fiscal. Hasta los suyos le empiezan a dar de lado, así que se está quedando solo y camino de la insignificancia. Solo espero que sea tan grande como la que Carl Sagan achacaba a la Tierra contra los que creían que esta era el centro del universo: «Solo es un planeta insignificante de una estrella sin interés perdida en una galaxia escondida en algún olvidado confín de un universo...».
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