Pues haber heredado

ESPEJISMOS ·

Nos quejamos de que el ídolo 'youtuber' de nuestros hijos se ha mudado a Andorra para no pagar impuestos, pero luego ponemos el programa de Bertín

Domingo, 12 de diciembre 2021, 09:14

A Boris Johnson le están cayendo las del pulpo a cuenta del fatídico guateque de las pasadas navidades en el número 10. Desde su partido, ... desde lo que queda del otro, desde el 'Times' y desde los tabloides, la sociedad británica parece haberse hartado de un personaje al que le ha reído todas las gracias durante demasiado tiempo. Mientras escribo estas líneas aún no se sabe si dimite o no, pero el tamaño de la tormenta desatada ante las falsedades de Johnson hace inevitables las comparaciones: ¿cómo habríamos reaccionado en nuestro país ante algo así? ¿Habrían tolerado otras sociedades escándalos como el de las vacunaciones irregulares? ¿Somos demasiado permisivos con nuestros ricos y poderosos? ¿Es España un paraíso para los que parten la pana?

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Ante una pregunta como esa, al marxista que hay en mí le tienta –ay– tirar de cifras macro. De fiscalidad, de economía, de población reclusa, etc. Demostrar con datos en la mano que las grandes fortunas pagan aquí muchos menos impuestos que en la media de la OCDE. Que la desigualdad –creciente– no parece europea. Que frente al argumento ese chanante de que «somos liberales porque somos mediterráneos» tenemos un sistema legal extremadamente duro para los delitos comunes de las clases desfavorecidas (contra la salud pública, digamos) y muy laxo para con los deslices típicos de los poderosos, como la corrupción política, la evasión fiscal o la contaminación. Eso dejando aparte los frecuentes indultos, prescripciones, regímenes penitenciarios especiales, 'la fiscalía te lo afina' o 'controlamos la sala segunda desde atrás'.

Pero no, no huyáis. No voy a abrasaros con las cifras, quien quiera puede ir a preguntarle a San Google. Lo que os traigo hoy va sobre lo fácil que se lo ponemos. Los cuentos de Calleja que alegan, ante nuestra infinita credulidad. Se oye por ahí que nuestro pecado nacional es la envidia, pero hasta eso debió de colárnoslo un rico, porque más daño nos hace esa resignación, esa bovinez, ese aquí no pasa 'ná'. Recordaba Sergio C. Fanjul estos días la psicótica inconsistencia de algunos políticos de derecha, abonados a decir lo contrario de lo que hacen: Macarena Olona tratando de apropiarse nada menos que de la figura de Julio Anguita (no, señora Olona, don Julio nunca votaría a su partido), el PP colocándose la bandera feminista, o la arcoíris, o hasta la ecologista. Ambas derechas presentándose como «el partido de los trabajadores» mientras rechazan cualquier propuesta de mejora de nuestras condiciones laborales. ¿Podrían vender esa moto ante una audiencia distinta? ¿Alguien se la compraría?

Estos días ha habido relevo –dinástico, claro– al frente de Inditex, ese buque insignia de la armada empresarial española, y a alguien de su departamento de comunicación le ha parecido bien difundir un perfil de la nueva presidenta donde nos narran que «empezó doblando camisetas». Sí, Marta Ortega, la hija de don Amancio. Doblando camisetas súperbien y llegando de ese modo a lo más alto. Que algo así sea posible, que a alguien se le ocurra que mandar a esta señora unos días a hacer de 'jefa infiltrada' a una tienda es una buena idea en términos de imagen ilustra bastante bien lo que trato de decir. Parece ser que sus 'compañeras' la descubrieron por el Rolex, como a Luis XVI en la frontera por su efigie en las monedas, pero aquí nadie pasó por la guillotina. Ni el dircom. Un Goya para la peliculita meritocrática que se montó en su cabeza.

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Marta Ortega sudó en un Zara, Pablo Casado echó el bofe estudiando Derecho, el pariente de Teo García Egea se operó cuando le tocaba, Santiago Abascal hizo esa mili que quiere reinstaurar y la familia Borbón trabaja duro por España. Tenemos suerte de tenerlos ahí, porque en cualquier otro país la envidia y la falta de fe les habría impedido llegar tan lejos. En la pérfida Albión, sin ir más lejos, la indignación del populacho los habría despojado del cargo a la primera de cambio.

Se lo ponemos fácil. Les compramos las motos. Son motos mal hechas, que no andan nada, que consumen como un demonio y que, por lo feas, hablan mal de nosotros. Pero ahí vamos. En la esperanza de poder venderlas nosotros algún día. No te quejes. Haber 'heredao'. Nos quejamos de que el ídolo 'youtuber' de nuestros hijos se ha mudado a Andorra para no pagar impuestos, pero luego ponemos el programa de Bertín. «Los inmigrantes colapsan la Sanidad», pero ahí están nuestros políticos saltándose la cola para vacunarse o metiendo a familiares en las listas de espera de cirugía, y no pasa nada. Bueno, sí, pasa que el PP se querella contra los periodistas que denunciaron el trato de favor. El árbitro del domingo era un manta y/o un hincha del otro equipo, pero medio Gobierno regional murciano está compuesto por tránsfugas sin más mérito que haberle firmado al presidente un papelillo que le hacía falta. Boris, vente 'pa' Murcia, hijo, que está 'tó' pagao.

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