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Sánchez Dragó, el último irreverente

Nadie ha logrado elevar a tan altas cotas el nivel cultural de la televisión pública, hoy que adoptamos como cultura cualquier canto de sirena de las redes sociales

Domingo, 16 de abril 2023, 02:26

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Sánchez Dragó ha muerto como a muchos nos gustaría vivir: libre de ataduras morales, escoltado por una biblioteca que cuenta, más que sus lecturas, el ... mundo construido a su alrededor. Se ha ido un hombre al que nunca le importó el polvo levantado en el camino que pisaba, ni el estruendo de su voz entre los múltiples públicos que lo han escuchado, antes y ahora. Ha firmado su necrológica vital rezando lo que tituló Neruda en sus memorias, a pocos días de morir, con la tinta aún caliente: «Confieso que he vivido». Y Dragó ha vivido. Vaya si lo ha hecho. Y no una vida, sino tantas como personajes habitan su biblioteca. Poca credulidad existe a estas alturas en la República de las Letras, y menos en la del espectáculo. Dragó habitó las dos, republicano en el escribir y monárquico en el espíritu, siempre pendiente de una fuerza superior que hiciera de los hombres una búsqueda incesante de sabiduría.

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