Ordenar las prioridades
Es necesario que haya un cambio. Una situación como esta tiene que servir de punto de inflexión para todos
Desde que asumí la presidencia de Croem han sido ya numerosas las veces que me he acercado a esta tribuna para compartir una opinión con ... los lectores de LA VERDAD. Seguramente este sea el artículo más personal de cuantos me ha publicado el diario.
Pensé en remitir estas líneas tras la entrevista que me realizó Mª José Montesinos, publicada el pasado domingo en la sección #CuandoTodoEstoAcabe y que titulaba «Creo que seremos mejores personas», en el convencimiento de que algo aprenderemos de esta crisis mundial provocada por el Covid-19.
Esto es una gran prueba que va a demostrar de qué estamos hechos. Son muchos días de confinamiento, y los que nos quedan. Días en los que, por necesidad, debemos estar con nuestros seres queridos todo el tiempo. Justo lo que lamentamos no poder hacer en circunstancias normales, ahora tenemos la oportunidad de hacerlo. Quienes son empresarios y además tengan un negocio adscrito a una actividad considerada esencial, deben compaginar su faceta personal con el trabajo, del que nos beneficiamos todos. No se le puede poner un pero a todos aquellos, empresarios y trabajadores, que se dedican a la prestación de servicios imprescindibles, pese a que esa labor se ha tenido que llevar a cabo en muchas ocasiones sin las necesarias medidas de protección.
Es irresponsable lo tarde que se reaccionó, que se autorizasen manifestaciones y eventos masivos, e impresentable que España tenga el mayor porcentaje de sanitarios infectados por no haber contado con la antelación suficiente con el material de prevención. Pero de eso ya tocará hablar.
Ahora es el momento de dar lo mejor de nosotros mismos y creo que la sociedad española en su conjunto, y la que más cerca tengo, la murciana, están dando sobradas muestras de ello. Ante todo, de responsabilidad al aplicar las medidas estipuladas por el estado de alarma, pero también de solidaridad y generosidad. Ante el desconcierto y la incertidumbre, la certeza de la buena voluntad de las personas. Es la unidad frente a la adversidad.
En cambio, ese ejemplo no lo estamos viendo en absoluto en el proceder de nuestros representantes políticos. En el ámbito nacional, el Gobierno está gestionando esta crisis con errores de calado y tomando medidas en lo económico y lo laboral sin tener en cuenta a los empresarios, que sustentan la economía real de miles de hogares, y obviando las medidas propuestas. Además, no se aprecia ese sentimiento de unidad entre el Ejecutivo y el resto de fuerzas políticas para desarrollar ese trabajo conjunto que necesita ver la población. Y la pregunta es: si no es en un caso así, ¿cuándo?
Es necesario que haya un cambio. Una situación como esta tiene que servir de punto de inflexión para todos. Y esos cambios tienen que empezar por uno mismo. Pensemos en nuestro entorno, en las personas con las que convivimos, en los seres queridos, en los colaboradores de nuestro trabajo, en las personas con las que nos solemos relacionar. Pensemos qué podemos mejorar en esa parcela personal y llevemos ese margen de mejora al ámbito profesional.
El mío pivota entre mi condición de empresario de la firma más longeva de esta región y la de presidente de la confederación que representa a la práctica totalidad de nuestro tejido productivo. Tras algo más de seis años al frente de CROEM, he podido constatar lo complicado que ha resultado siempre sacar adelante cualquier proyecto en esta bendita tierra nuestra. Y ha sido por falta de unidad. Porque han pasado los años y no ha habido en la historia más reciente un punto mínimo de encuentro entre el Gobierno y el resto de partidos.
La constante de los empresarios es siempre la misma: la petición de que el interés general esté por encima de cualquier otro. Y esta región se pierde entre el servilismo y la pelea partidista.
Creo que ha llegado el momento de ordenar las prioridades, y desde esta confederación así lo vamos a exigir. Cuando esto pase vamos a demandar una forma de proceder distinta. Los empresarios estamos por encima de las luchas de poder, solo queremos seguir siendo el auténtico motor y que se entienda de una vez por todas que la actividad empresarial es la única que garantiza un bienestar estable en la sociedad. Es por ello que venimos reiterando a todos nuestros gobernantes y partidos políticos que unan sus fuerzas para trabajar conjuntamente por todos y cada uno de los ciudadanos de esta gran región y de esta gran nación que es España.
Es el reto que lanzo en esta época extraña que nos ha tocado vivir. Espero que lea esto todo aquel que lo tiene que leer y que, de inmediato, empecemos a hacer las cosas de otra manera. Y lanzo en este sentido una primera propuesta a nuestros gobernantes para que se conforme un panel regional de expertos que, de la mano de Gobierno, empresarios y demás agentes sociales, trabaje en el objetivo común de plantear las mejores medidas en materia económica y laboral que sirvan para paliar los efectos de la pandemia en nuestra estructura productiva. Los expertos son ahora más necesarios que nunca.
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