¿Cómo va la primavera, vecino? ¿Te han salido branquias ya? No, si yo también pienso que mejor esto que la sequía, claro. Pero. Sales ... a pasear por la Huerta –que está preciosa, eso sí– y te ves a los huertanos con los zuecos, que da como cosica. Está pasando algo raro. El otro día me metí en el Recobero de La Albatalía a por unas migas y un chato, y me sacan unas fabes con un culín de sidra. Protesto, claro. ¿Esto qué es lo que es, chacho? 'Al platu vendrás arbeyu, si nun ye de xoven será de vieyu', me contesta el tío. Tu padre por si acaso. Y las fabes psé, como los michirones pero en soso.
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Bueno, olvidad el chiste (claro), pero quedaos con la idea fuerza: que ha llovido mucho. Luego la recuperaremos. Hola. Como habréis adivinado, hoy vuelve a tocar el 'Espejismo' periódico sobre el estado de la cuestión del Mar Menor. Ya, ya sé que no es un tema de rabiosa ni candente actualidad. Que tal vez debería estar opinando sobre Pegasus, o sobre la inflación, o sobre los buenos datos de empleo, o sobre el Trasvase. Entre sopa y sopa, entre anoxia y anoxia, la laguna ya no copa portadas, pero ese cansancio informativo, que tan bien saben aprovechar nuestros mandantes, es lo último que necesita el ecosistema. You'll never walk alone, como dicen los hinchas del Liverpool. Viva el Mar Menor, manque pierda. Minuto y resultado:
Dimisiones. Sin novedad en Las Gaunas. Ya ni nos sorprende, pero la mayor catástrofe medioambiental de la costa europea en lo que va de siglo no ha causado ni una sola dimisión o cese entre la administración regional responsable de haberla impedido. No pueden depurar el agua, pero las responsabilidades sí. El pase de la muerte y la pelota ahí paseando frente a la portería vacía, pero por lo que sea nadie remata. Retomaremos la conexión.
Sanciones. Según el último recuento, la Comunidad ha sancionado a las agroindustrias contaminantes por un total de 140.000 € que mi loro se ha gastado en chocolate. Se ha quedado con hambre. El loro, digo. Pregunta que para cuándo una tableta en condiciones. Le he contestado que –guiño guiño codazo codazo– ya si eso luengo.
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Movilizaciones. En estos últimos meses, la sociedad civil murciana se ha sacado la chorra en defensa de su marecico. Así como suena. Dirán de nosotros que somos fachas, paletos, que no se nos entiende, que el atraso, que la uniceja. Podemos contestar con bien de orgullo que sí, que vale, pero que cuando saquen adelante una Iniciativa Legislativa Popular como la que hemos sacado nosotros –la tercera vez que ocurre esto en democracia tras más de cien intentos–, embarcando a todo el país, sin liderazgos políticos y con nuestro propio Gobierno regional en contra hasta el último minuto, hablamos. Cuando la vean aprobada en el Congreso y expuesta en la sede de Naciones Unidas, hablamos. Mientras, tu padre por si acaso.
Movilizaciones de la agroindustria. Siempre lo digo. La prueba del nueve para saber si el Gobierno regional está actuando de verdad en defensa del Mar Menor sería ver protestar a la agroindustria por las sanciones o la reducción de regadíos. Cosa que sigue sin ocurrir. Lo que sí ha pasado esta vez es lo contrario: una gran manifestación agroindustrial en contra de Moncloa a cuenta del precio del gasoil que, por desgracia para López Miras, se apropiaron Abascal y Olona sin quitarse ni el paracaídas.
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Acusaciones. En el acto de presentación del último organismo –el octavo– para la protección de la laguna, a la sazón el Cómite de Seguimiento –no confundir con el de Asesoramiento, ni con la Comisión Interdepartamental–, López Miras insistía en que la rambla del Albujón «sigue siendo la principal amenaza». No los regadíos ilegales. No los nitratos. No la eutrofización. Una rambla. Una que, precisamente, cae fuera de sus competencias. Así, la lista de principales amenazas queda como sigue: las olas de calor, la DANA, la calima, las ramblas y –claro– las lluvias de esta primavera. «Me niego a responsabilizar a la agricultura del problema del Mar Menor», dijo el presidente en diciembre del 19. Y lo mantiene.
Soluciones chanantes. Ya que reducir la contaminación en origen, como le exigen desde la UE hasta el último mono, no se contempla, el Gobierno regional pone la imaginación a funcionar. Ciencia ficción, cuando no directamente cyberpunk, a doble página cada vez que aumenta la turbidez. Arañas finlandesas. Jaulas de bivalvos. Biorreactores. Y la última: inyecciones de microburbujas –400.000 € se han gastado ya en el experimento: casi tres veces lo recaudado en sanciones–. ¿Quedarán en nada, como el resto de ideacas? Ya os lo recordaré en el próximo minuto y resultado.
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