Borrar
AFP

Mexicanías IV: estadio Azteca

APUNTES DESDE LA BASTILLA ·

Maradona apareció dos veces. Primero con la mano. Después con el corazón. La mano de Dios, barrilete cósmico, de qué planeta viniste

Domingo, 21 de agosto 2022, 10:01

Las ciudades necesitan altares laicos. Lugares a los que acude el pueblo para consagrarse a una religión profana, descarada, asfixiada por la mundanidad, pero apasionada. ... Son espacios que surgen al azar, que conmueven cuando se visitan y que no necesitan de la belleza para crear un hueco en la memoria. La Ciudad de México alberga muchos santuarios que combinan el fervor religioso y la estética excelsa, pero nada como el estadio Azteca para identificar al hombre y su cotidianidad. Allí se reza a un Dios poderoso que quita y da a voluntad, se peregrina durante largas horas para ocupar asiento cerca el cielo, sin dejar de tocar el suelo. En el Azteca se llora de alegría y de tristeza, exactamente igual que hace cincuenta años. Es un cruce de caminos de la historia, es el templo del fútbol, antes de que la modernidad y el marketing convirtieran este sacro deporte en simulacro.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Mexicanías IV: estadio Azteca

Mexicanías IV: estadio Azteca