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Si el Mar Menor estuviera en Cataluña

Agricultura intensiva y construcción salvaje se han cargado casi todo en el entorno de la laguna y finalmente también a la propia laguna

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Jueves, 17 de octubre 2019, 13:58

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Antes de que empiecen a leer, en caso de que se hayan animado por el titulo, les quiero adelantar que lo que les cuento hoy son puros disparates. El Mar Menor se encuentra cerca de Cartagena en la Región de Murcia y no en Cataluña. Es cierto que algunos mapas poco informados lo sitúan casi en los llamados países catalanes, pero eso parece solo fruto del afán expansionista de algunos de nuestros compatriotas catalanes. Por otro lado, mis sugerencias finales se deben a una cierta enajenación, así que no las tomen en consideración. Me parece importante esta advertencia, ya que en el mundo en que vivimos, lo más absurdo nos puede llegar a parecer normal.

Esta ha sido una de esas semanas en las que se han acumulado muchos acontecimientos. Imagino que en las facultades de periodismo enseñarán a los alumnos a no difundir una noticia, si se quiere que tenga un cierto eco, a la vez que ocurre otro acontecimiento que acapara toda la atención del público. Un buen ejemplo de esto ha sucedido con la escasa repercusión en los medios de comunicación nacionales del último episodio de degradación del Mar Menor. Acontecido al mismo tiempo en que se hacía pública la sentencia del juicio de los líderes independentistas catalanes, esta noticia ha quedado eclipsada casi por completo.

Sin duda el rival era muy duro de pelar, pues los secesionistas catalanes son unos maestros en la manipulación interesada de la información. Y esta era una ocasión estupenda para darse más bombo. Todos los medios del resto de España han seguido de manera absoluta el tema catalán que nos viene dominando desde hace años. Y mientras tanto, el Mar Menor seguía agonizando sin que ni siquiera los voceros tradicionales del ecologismo verde se hayan hecho notar. Imagino que andarían ocupados con otros asuntos. No he visto a ninguna Greta bañándose entre los peces muertos con lágrimas en los ojos.

Es sin duda entendible que muchas personas de buena fe, fuera de España e incluso dentro, sientan las grandes dificultades que sufren los catalanes tras tantos años de opresión del estado español. La consecuencia es que hoy en día el producto interior bruto por persona en Cataluña es un 40% más alto que en la Región de Murcia. Favorecido seguramente por llevar muchas décadas disponiendo de unas infraestructuras que por estos lares seguimos esperando. Y en otra noticia que se coló de refilón nos indicaban que varios de los municipios con mayor renta de España son catalanes y que cinco de los 10 más pobres son murcianos. ¡Oh! Son curiosas esas gentes del lazo amarillo arrastrando esa sensación de ser maltratados antes o después de su copita de brut.

Pero es posible que si el Mar Menor estuviera realmente en Cataluña no se encontrara en esta situación. Es pura especulación, por supuesto. La realidad es que este ecosistema delicado y singular lleva siendo agredido durante mucho tiempo. Ya lo saben todos ustedes: agricultura intensiva y construcción salvaje se han cargado casi todo en el entorno de la laguna y finalmente también a la propia laguna. Supongo que la sociedad murciana ha puesto por delante su posible desarrollo económico, que no acabó de llegar, sin pensar en el futuro. Y suele ser fácil matar a la gallina de los huevos de oro, sobre todo cuando la gallina parece que no es de nadie. En mi modesta opinión, los políticos locales no han tenido nunca una idea de lo que es un progreso adecuado para la Región y les ha sido más fácil dejar hacer hasta que el desastre está consumado. Y a los políticos nacionales, qué les voy a contar. Sin duda creen que el Mar Menor está mucho más lejos de Madrid que el lago de Bañolas.

Termino con mis modestas sugerencias, todas ellas por supuesto, disparatadas. Empecemos por mejorar la forma de vender nuestro problema. Que alguien invente un lacito de color negro o gris que pueda colocarse en los peces boqueando. Promovamos cuentas en Instagram con jóvenes llorando desconsolados en selfis con miles de peces muertos tras de sí. Creemos redes de Telegram que movilicen a tipos violentos a pegar fuego a los bancos de los pasos marítimos ribereños. Bien llevada la campaña, podríamos tener un impacto global.

Esto sería pura imagen, luego habría que pasar a la acción y empezar a demoler los bloques de La Manga y dejar yermos los campos en los aledaños del Mar Menor. El paso siguiente sería la declaración de independencia del cantón de Cartagena reclamando el control de los territorios vecinos hasta por lo menos el delta del Ebro.

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