¿La Variante en Fallas? ¡Amos, quite usted!

A los murcianos de bien no nos queda más remedio que confiar, incluso ciegamente, en que todo va a salir como dicen. Porque, de no ser así, el panorama que se vislumbra será todavía peor que el actual, que ya es bastante. Si la finiquitación de la obra resultara nuevamente fallida -al estar Camarillas manga por hombro-, nos quedaríamos incomunicados ferroviariamente con Albacete.

Algunos dicen que no pasa 'na', de la misma manera que tampoco ha pasado 'na' hasta ahora. La autoridad, digo yo, pondría buses hasta Orihuela y allí, rebautizada su estación como Orihuela del Carmen...

-Pero los oriolanos querrán llamarla de Miguel Hernández.

Correcto. Solo digo que no podremos ir en el tren de siempre a Madrid (por no estar expeditas las vías que conducen hasta Albacete). Si ello fuese como nos lo tememos, la próxima gran esperanza -nuestro ideal ferroviario, la razón para seguir viviendo- sería que la pobrecita Murcia recibiera ya mismo al AVE (soterradico y todo) procedente de Orihuela. Porque, claro, por culpa de una Variante que se autodefine imposible, habrá que olvidarse de la comunicación con Albacete por tren.

-Dentro de lo malo, siempre nos quedaría la posibilidad de acercarnos a Madrid por Monforte y bajar desde Atocha hasta la capital manchega, haciendo una parada en La Roda para comprar queso.

¡Pero todo esto es de locos! ¿Alguien se aclara? Lo digo con lágrimas en los ojos. Fíjese el lector: la Variante lleva ya (como los huevos) una docena de años patas arriba.

-¿Y cuál era el plazo de ejecución?

Treinta y cuatro mesecicos.

-¡Jooodeeer!