Ahora toca hablar de insumos

Esto del insumo me lo he encontrado en una entrevista a alguien que hablaba de los costes actuales en la agricultura. Hablaba de la subida que se está registrando prácticamente en todo, hasta el punto de provocar una inflación que no se conocía desde hace veinte años. No digo yo que sea para echarse a llorar. O puede que sí. Sobre todo si pensamos que esto empieza ahora, según todos los síntomas. Y que, además de la carestía, nos topamos con una situación desconcertante a escala mundial. Por culpa de la pandemia que no se acaba de ir, de un cambio climático que no se termina de afrontar por los gobiernos y de un volcán en La Palma que parecía que quisiera quedarse para siempre.

Cualquier otra cosa que nos suceda y que no sea buena para el común, significa que está lloviendo sobre mojado. Sobre todo en el Norte, donde se desbordan los ríos, mientras que en la irredenta y árida Murcia no nos cae ni una gota.

–Y si cayera lo hace en plan DANA, con lo que el remedio resulta peor que la enfermedad.

Pero de lo que se trata es de aceptar una palabra que, por ser castellana, impide (eso me creo yo) que se nos cuele otra procedente del todopoderoso inglés. El insumo no es un término guapo que digamos. Estando arraigado consumo, no sospechábamos que tendríamos que lidiar con otra palabrica tan parecida. Esto hace que te trastornes una miaja. En fin, vamos a decirlo ya. Insumo es 'cualquier producto que contribuya a elaborar otro producto'. Por ejemplo, en el caso de los tomates, serían insumos el agua, el abono, los insecticidas y demás.

Dicho queda.