Desde que la autoridad permite que, en espacios abiertos, la mascarilla no sea obligatoria, disponemos de un entretenimiento nuevo. En el caso de las parejas ... de diferente sexo, te puedes topar con damas sin embozo y caballeros embozados. O al revés. Esa diferente manera de actuar, precaviéndose o liberándose, te aporta datos sobre la manera de ser de cada quien. Hasta el punto de que, si no tienes otra cosa mejor con la que conllevar los días, basta con tomar asiento en la tradicional terraza del Drexco de Trapería y ponerte a mirar.
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Las conclusiones a las que puedas llegar sobre los comportamientos humanos, puede que sean equivocadas en la mayoría de los casos. Pero eso da igual. De lo que se trata es de pasar el rato... viendo a ver. Si, por ejemplo, es ella la que se muestra destapada de rostro, te dices: «¡Mírala! Esta lleva la batuta en la casa». Y su santo, tapado. A lo que se diga, con tal de tener la fiesta en paz. Pero podría ser lo contrario: «Fijarse todos. La hembra se muestra discreta (puesto que la máscara es voluntaria), pero también colaboradora». El tiaco, en cambio, pretende que lo veamos como un chulillo que no le tiene miedo a nada. Y menos aún a un bicho tan pequeño como es la Covid. ¡El hombre de la casa! Y quizás nos equivoquemos. Puede ser que ella la lleve puesta porque así no tiene que maquillarse, y que él prescinda del bozal porque le impide respirar a gusto.
Todo esto es hablar por hablar y observar para matar el aburrimiento. Más cercanos a la realidad estaremos, si nos referimos a los niños todavía no adolescentes. A los pequeñajos. Asombra, iba a decir la disciplina, pero no. Lo que llama la atención es la naturalidad con la que se someten a la mascarilla. La lucen con la misma desenvoltura con que (levantando muy rápidamente el trocito de tela) se meten en la boca unas gominolas. Quizás tenga que ver con su portentosa facilidad para manejar, sin que lo hayan aprendido en los libros, esos chismes que la cibernética ha puesto en sus manos.
¿Qué será de ellos?, te preguntas no sin ternura.
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