A lo mejor es que no he conseguido enterarme bien. Como Illa habla tan bajico y yo estoy algo teniente, puede ser que se me haya escapado lo que ahora reclamo. Pero no creo, porque la sobreinformación viral en los medios suple mis problemas de oído. Por lo tanto entiendo y proclamo que no lo ha dicho todo, después de decretar que no habrá ni un alma en la Puerta del Sol celebrando la Nochevieja.
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Muy bien (me digo a mí mismo y le digo a Illa), no habrá nadie, salvo la poli, pisando asfalto en la anchurosa plaza. ¿Pero qué pasa con la cosa de las campanadas que venían transmitiendo...?
–¿En 'direto'?
Hombre, claro. Y tan en 'direto'. ¿Es que ya no se acordáis? Cada canal de la tele colocaba en un altar a sus propias starlettes. Y ancha es Castilla, ¿no? Todas emperifolladas a tope, explicando cómo debemos tomarnos las uvas. Porfiando para que no confundamos los toques, como si eso no diera igual a la postre. Y largando liviandades mil que, a lo mejor (tal como están las cosas este año), no vienen a cuento.
Moncloa no se ha calentado mucho la cabeza. Ha decidido mandar para la televisión oficial a la misma de siempre. Estoy hablando de la que ya parece eternal Anne Igartiburu. Aunque, esta vez, en lugar de mostrársenos acompañada del señor aquel de la capa, será la Obregón quien comparta el show. Esto se hizo saber hace ya tiempo, cuando se pensaba que la Puerta del Sol acogería a una multitud tipo botellón. Visto que no habrá nadie abajo, Illa debería haber dicho algo al respecto.
Es un silencio, el del ministro, tan inquietante que encocora al personal. Exigimos que se exprese con todas las consecuencias. Y que confirme si lucirán en la plaza esos platós achampañados (más el anuncio del Tío Pepe y el vetusto reloj). Sería como de película neorrealista italiana. En la oscuridad y tristura de la noche, las starlettes parecerían poco menos que espantajos, de su balcón los nidos a colgar. Lo más probable es que traigan mala suerte, por inoportunidad manifiesta.
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Hable, pues, Illa. Alto, claro, pronto y sin el matasuegras en la boca.
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