Para guapos, los de Albudeite y Totana

LA ZARABANDA ·

Lo eran ya hace 4.000 años y no se parecían en nada a los Picapiedra

Sábado, 16 de octubre 2021, 09:26

El grupo de investigación ASOME-UAB viene estudiando la cultura argárica, que fue la que se llevaba por aquí hace alrededor de 4.000 años. ... Es que, claro, el mundo, a ver si me comprende usted, tiene más de cuatro días. Por entonces, el Mar Menor seguro que estaba nuevecito. De un azul precioso y rebosante de langostinos que cabalgaban sobre caballitos de mar. Es de cajón que los individuos de entonces pescaban con artes más rudimentarias que las actuales. Pero, como había peces a mogollón, las capturas podían hacerlas con las manos. Se metían hasta media pierna. Y solo con agacharse los cogían a mogollón.

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–¿Y cómo eran los murcianos de entonces? ¿Igual que los Picapiedra?

Pues, verá usted, va a ser que no. Los Picapiedra eran chatos y chatas. Los argáricos (según los recientes hallazgos en los poblados de La Almoloya, en Pliego, y La Bastida, en Totana) tenían narices prominentes. En algunos casos, demasiado para lo que ahora se lleva. Napias de muy buen tamaño.

Eso sí, nada de redondas o con forma de patata, como algunas de las actuales, sino narices como Dios manda. No negaré que, de acuerdo con la reconstrucción de los expertos, algunas son un poco largas de más. Pero otras luían exactamente lo mismo que las actuales.

–¿Y los ojos y demás elementos del rostro?

Estos, redondos. La frente amplia y, por lo tanto, esclarecida. No debían de tener aquellos caballeros ni un pelo de feos. Había bocas de todo tipo. Referente al mentón, unos sumidos y otros sin llegar al prognatismo. Al contrario de lo que nos mostraron tantos y tantos reyes de España.

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–¿Y cómo conoce usted todos estos detalles?

No ha sido difícil. Me bastó con mirar un ejemplar de LA VERDAD, donde vienen reproducidos hasta una docena de rostros con esas características. Esto es algo que sorprende, si tenemos en cuenta que hablamos, como decía, de predecesores nuestros de hace 4.000 años. Hasta la fecha, a los hombres primitivos los pintaban, o con unos cabezones como calabazas de esas gordas, o con cabecicas escasas como las del cabritillo. Pero yo diría que eran más guapos de lo que se lleva ahora.

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