¿Cuántos viejos quedamos?

Cuando suceden desastres como este, la autoridad –que suele ser medrosa ante la fea realidad– tiende a mostrarse paternalista. 'Por no asustar', nos dicen. Y nosotros podríamos responder: 'Muchas gracias, pero no nos quieran tanto, que ya somos mayorcitos'. Cuando el virus chino dijo '¡allá voy!', las personas sensatas no dudaron en asustarse todo lo que un tema tan gordo requería. Ante los sucesos perturbadores, cada individuo/individua reacciona según su propio yo. Y no hace falta que otros seres igualmente humanos –salvo las excepciones que todos conocemos– dirijan nuestras emociones. La Naturaleza nos ha acostumbrado a soportar lo peor.

Tras largarle al paciente lector, a pesar de ser domingo, esta repalandoria, me pregunto: 'A estas alturas de la pandemia, ¿cuántos viejos quedamos vivos?'. O dicho de otra forma: '¿Cuántos viejos han muerto desde que se dio el primer caso?'.

–Usted está hablando de las residencias, ¿no?

De las residencias, desde luego, pues por algo abrieron camino. Pero ahora me estoy refiriendo a la entera sociedad española. Como hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, si dijeran que no lo saben, les respondería que mienten. He leído en los 'interneses' que, 'en total, más de 30.600 personas que vivían en residencias de mayores en España han fallecido a causa del coronavirus, según los datos, que son todavía provisionales, disponibles hasta el 31 de octubre y recopilados por los ministerios de Derechos Sociales, Sanidad y Ciencia e Innovación'.

–Más los Grandes Expresos Europeos, ¿no?

Eso mismo. Si nos atenemos a dicha cifra, que afecta solo a residentes, podemos afirmar que, más o menos, eso viene a ser como si hubiera desaparecido del mapa un pueblo como Yecla, que tiene 34.834 habitantes. ¿Cómo se le queda el cuerpo al lector? Pues igual que a mí y a cualquiera con un mínimo de sensibilidad. Explíquense, porfa.