Borrar

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En aquel tiempo (cuando pintaban bastos, pero ya menos), el sistema hizo que se publicara un librito sobre los comportamientos. Me refiero a las maneras y modos con que el ciudadano se desenvolvía, en sus relaciones con los otros ciudadanos. Cómo verían de mal el panorama, para que los mandamases tomaran esa radical medida.

-Y eso que, por entonces, había más respeto social.

Bueno, verá usted. No es momento de ponerse a discutir sobre tan enojoso particular. Más que nada para que no se disparen los nervios y acabemos haciendo justo lo contrario de lo que se buscaba. Aquella publicación no tenía demasiadas páginas, era de pasta dura y me parece que se titulaba 'Urbanidad'. Pero pasó lo mismo que con casi todas las cosas buenas de nuestra singular España. Un mal día dejaron de publicarla y desapareció de las librerías y, lo que fue aún peor, de las aulas.

La 'Urbanidad' estaba muy bien traída. En frases cortas y pegadizas nos ilustraba acerca de cómo debíamos tratarnos los españoles los unos a los otros. He aquí dos ejemplos que guarda mi memoria: 'Buen porte y finos modales abren puertas principales'.

-¡Qué bonito!

¿Verdad usted que sí? Pues ahí va la otra: 'El aseo en la persona, muchos bienes proporciona'. En fin, así de principio a fin. Comoquiera que, en esos años a los que me refiero, el país acababa de salir de una guerra que fue, lo que se dice, una colosal mierda, el personal parecía propicio a practicar las buenas formas. Actualmente no estamos a tiros y bombas los unos con los otros. Pero se echa de menos un trato más respetuoso entre los ciudadanos. Está muy mal que, cuando un conductor comete una infracción, si tú te permites avisarle con una ráfaga de luz, te replique con el gesto tremendo de que te va a cortar el cuello, solo porque le has llamado la atención.

No hace falta enumerar el sinfín de faltas que cometemos a diario en nuestras relaciones sociales. Son muchas. Y parece que, lejos de reprimir los impulsos, vamos a más. Podría aceptarse que ser español es más que la leche, como se suele decir. Pero eso no quita para que fuésemos una miaja más educados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios