Borrar

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El caso es que este buen hombre (que luce el pelo engrifado para llamar la atención) no cae bien en Murcia. Pero la razón principal de esto que digo no es estética. Los de por aquí aceptamos que, al igual que sucede con Trump, el rubio británico es muy dueño de hacer ziringonzas cuando está delante las cámaras, con tal de llamar la atención y parecer diferente. Pero sucede que su afán de caer en gracia no garantiza que sea gracioso.

Gustar a la gente no parece cosa que se pueda fabricar. No es como ponerse un concreto disfraz y ya con eso la gente va y dice: '¡Coño! ¡Este tío me mola!'. Acordarse de Chiquito de la Calzada, que hablaba y gesticulaba así como tirando a cosa absurda -me refiero sin fundamento-, pero te partías de risa sin saber muy bien por qué. Trump no quiere hacernos reír con sus salidas de tono. Lo que busca es chulearse, como decíamos los zagales cuando éramos zagales.

Su señora, en cambio, es modelo de circunspección. Aunque quizás se pasa un poco. Lo digo porque, si fuese una miaja menos circunspecta, el telediario le prestaría más atención y los curiosos podríamos verla entonces detalladamente. Pasa lo mismo con Melania que con Jacqueline Kennedy: que apetecía mirarla, no sé si me explico.

-'Achtung', jefe, que está usted incurriendo en machismo.

¿En machismo yo? El que se me vayan los ojos tras las esposas de los jefes de Estado y de Gobierno, no veo yo que sea machismo. Forma parte del espectáculo. De no ser por ellas, muchos no haríamos maldito el caso de la política. Y eso lo saben sus maridos. Por algo quienes se van a dedicar a ese menester, procuran echarse una novia vistosilla. Como decía el anuncio de aquel anís que sacaba el retrato de una asturiana: 'Su presencia siempre agrada'.

-Quizás se esté usted enrollando demasiadamente.

La verdad es que sí. Volviendo a Boris (nada que ver, creo, con nuestro Boris Izaguirre), es muy cierto que, aquí en Murcia, sus desmelenamientos no sirven para nada. Jamás lo nombrarán Gran Pez, pero es porque el 'Brexit' abrupto que va buscando pone en riesgo el pan nuestro de cada día.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios