Héroes murcianos en la guerra de Marruecos

Tras la firma del denominado Tratado de Fez, en marzo de 1912, España recibió algunos territorios en el norte y sur de Marruecos, que se convirtieron en el Protectorado Español de Marruecos. El tratado en cuestión previó la concesión, para su explotación, de las minas de hierro del monte Huixán a la Compañía Española de Minas del Rif, pero las tribus de allí solo reconocían la autoridad religiosa del sultán y no la política, rechazando el acuerdo al considerar que Fez carecía de soberanía sobre el Rif. Así pues, cuando el ejército español intentó adentrarse en aquel territorio tribal, se desencadenó la guerra que duró desde 1920 a 1926 entre España y las tribus de Jibada. Tras mucha sangre derramada todo terminó, como es sabido, con la victoria hispano-francesa y la disolución de la república del Rif, en tiempos de la dictadura del general Primo de Rivera.

Durante todo el año 1921, ahora hace un siglo, la prensa de Murcia publicó con asiduidad noticias sobre el desarrollo de la contienda, comunicando lo bueno y lo malo de aquella, que en julio de dicho año vivió el Desastre de Anual, en el que las tropas del ejército español sufrieron un importante revés.

Pocos días antes de aquel luctuoso suceso, a primeros de junio, falleció en valeroso acto de servicio el teniente Flomesta (Diego Flomesta Moya), natural de Bullas, muy conocido en la capital por haber pertenecido al Regimiento de Artillería de la C. Cartagena, desde el que solicitó su traslado al ejército de Marruecos.

Según se afirma en la esquela publicada por el diario 'El Liberal' el 10 de junio, «murió gloriosamente en África, víctima del cumplimiento de su deber, el día 1 de junio de 1921». La esquela anunciaba la celebración de honras fúnebres por su eterno descanso el 11 del mismo mes en la iglesia capitalina de S. Bartolomé, firmando la misma el general gobernador militar de la plaza, el jefe de la brigada de Artillería de la Sexta División y los jefes y oficiales del Sexto Regimiento de Artillería Pesada, quienes rogaban la asistencia a los actos fúnebres en su honor.

Como se sabe poco tiempo después, el Ayuntamiento de la capital decidió la nominación con el nombre del militar de una importante calle en la ciudad: la Avenida del Teniente Flomesta. También en Bullas se dedicó la popular Plaza Vieja al héroe bullero.

Poco tiempo después, el 21 de septiembre, también 'El Liberal' publicaba el heroico comportamiento del soldado abaranero Florentino Carrillo González, quien habiendo sido herido en la posición de Jerba Alta el 28 de agosto, en imprevisto ataque de los moros, estuvo todo el día atendiendo el servicio telegráfico bajo la acción del fuego enemigo, dando pruebas de gran valor y dejando a gran altura la historia del cuerpo; siendo felicitado por todos los jefes de la Comandancia de Ingenieros de Larache, donde prestaba sus servicios. La repercusión de la noticia, cuando esta se conoció en Abarán, fue grande. La Cámara Agraria y el Círculo Mercantil abrieron una suscripción para obsequiar al héroe local. Dicha suscripción arrojó la cantidad de 135 pesetas, y la Cámara Agrícola, 96 pts. De ellas se le remitieron al frente 100, habiendo quedado el resto depositado en la Caja de Ahorros de dicha Cámara Agrícola, a nombre del interesado.

El pueblo abaranero, sensibilizado de la labor que estaban haciendo sus soldados en la guerra, a iniciativa de la Cámara Agrícola local, y con motivo de las fiestas patronales de la localidad, por suscripción entre sus socios, reunió la entonces nada despreciable cantidad de 25 pesetas para entregar a cada uno de los 30 soldados abaraneros que había en Marruecos defendiendo a la Patria.

Sin duda alguna otros hechos heroicos protagonizaron soldados murcianos en aquella gesta marroquí, pero de ellos no tengo constancia al cumplirse un siglo del ya mencionado Desastre de Anual.