Llego tarde al sopapo de Will Smith a Chris Rock por reírse de la alopecia de su mujer en los Oscar; es lo que tiene ... escribir esta columna solo de semana en semana con lo que me gustaría hacerlo a diario, así que ojalá escuche mis plegarias san Cayetano, al que siempre pido pan y trabajo, o mejor san Judas Tadeo, patrón de las causas difíciles y desesperadas. Con permiso, un solo comentario: tan horrorosa me pareció la bofetada como el chiste, ya está bien de reírnos de lo que nos venga en gana en aras del humor libre y desenfadado. Ni Chris es un cómico que estaba en la gala para mofarse de los invitados ni entiendo que muchas 'feministas' le hayan seguido la broma, además de airear las aventuras amorosas de Jada y exigirle haberse defendido sola. Amigas así, no gracias.
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Por cierto, qué pesar que Penélope Cruz no consiguiera su Oscar, en 'Madres paralelas' hace un excelente papel aunque la película de Almodóvar es un coñazo, hace tiempo que su cine dejó de interesarme con tanto colorinche, tanta simetría y tanta monja descarriada. Pe, al Bardem puedes quedártelo, verlo borracho y en gayumbos encaramado a la barra de un bar de Malasaña no he podido superarlo y mira que han pasado años, pero por tu 'Everybody Wins' (Todos Ganan) que sé te han enviado a Los Ángeles en forma de lujosa y exclusiva cesta, y que este año os ha llegado por partida doble, porque tu amorcito también estaba nominado, mato.
Les cuento qué incluye semejante regalo, valorado en 100.000 dólares: tres noches en un castillo de Escocia, con gaitero, mayordomo y una parcela cerca con el beneficio añadido de poder conseguir un título nobiliario; tratamiento de liposucción de brazos por valor de 15.000 dólares que promete redefinir bíceps, tríceps y hombros que para mí quisiera, ya está bien de sudar la gota gorda con ejercicios gimnásticos; otros 25.000 para reformas de hogar varias; sesiones de 'coaching', además de aceite de oliva con pepitas de oro masticable, tequila y vodka a toneladas, sanaciones holísticas, peluches con los que ver la tele que se calientan en el microondas y ni sé cuántas más pijadas.
Esta vez se quedaron fuera el crucero antártico de otros años, el brasier inteligente, los juguetes eróticos, un test de ADN para dar con algún medio hermano y el suministro de papel higiénico por dos meses con lo bien que te hubiera venido, Pe, que sé que en los United States of America también habéis entrado en pánico por el malnacido de Putin y la gente se lleva a puñados los rollos de los supermercados sin importarle que el vecino sin bidé no tenga cómo limpiarse.
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