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LA ESTRATEGIA DEL CUCO

Se ha visto que Cs es la muleta del PP, el PP naranja, la ayuda inestimable para perpetuar en el poder a un partido que arrastra severos y serios problemas de corrupción

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Viernes, 21 de junio 2019, 22:00

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Uno de los comportamientos más llamativos y que más deslumbran a mis alumnos, dentro de esa maravillosa ciencia que es la Etología, es el del cuco ('Cuculus canorus'), pajarraco conocido por el vulgo por su característico canto que ha dado lugar a esos maravillosos relojes que dan la hora en nuestros hogares y a la famosa película protagonizada por Jack Nicholson. Pero hay más, el cuco es una especie parásita, un pájaro con el que Asuntos Sociales debiera intervenir de oficio, pues se dedica a colocar su huevo en nidos de otras especies a las que parasita. El huevo, que imita a los de sus víctimas, es más grande, llevando a sus padres adoptivos a incubarlo más si cabe, pero es que el pollo, el muy cabrón, nada más nacer lleva marcado filogenéticamente un comportamiento que le lleva a expulsar del nido todos los huevos de sus hermanastros quedándose él solo. Como tiene la boca muy grande y no cesa de piar -estímulos ambos irrefrenables para sus padres adoptivos- sus nuevos papás no dejan de alimentar a este zángano que a veces llega incluso a triplicar el tamaño de los pardillos de sus nuevos progenitores. Vamos que el cuco es un pájaro que hace que otros pájaros le alimenten la cría, descuidando a su propia progenie e invadiendo su nido de manera sutil y sibilina.

La táctica de Rivera. Esa fue la táctica de Cs con UPyD que ya describí en esta misma columna, cuando una formación bisoña y con ideales se sentó a discutir de programas con los Rivera Boys que parecían más una empresa de telemarketing que otra cosa. El papel de algunos individuos, entonces en la formación de Rosa Díez, a la hora de dinamitar su propio partido y luego tener un carguillo con los 'cucos' fue ciertamente lamentable. Aquello fue, para Rivera, como quitarle un caramelo a un niño, apoyado como sabemos por importantes poderes económicos. Rosa ha quedado para lo que ha quedado, una mujer brillante, una política con futuro, tuiteando por esos mundos de Dios a favor de Vox y presa de un terrible resentimiento por la putada que le hicieron entre sus ex del PSOE y los 'influencers de pacotilla de color naranja'.

Siempre la misma historia. Dicen que un escritor siempre escribe en el fondo la misma historia y que los músicos crean una y otra vez la misma sinfonía. Rivera, que como muchos políticos repite y repite la misma estrategia una y otra vez porque un día funcionó, se dispuso a hacer lo mismo con el PP. Le dio el poder en autonomías y en el Estado, a la vez que iba poco a poco desangrando a la vaca: que si una dimisión, que si un cambio legislativo... Y así, poquito a poquito, iba quedándose con el nido del PP. La estrategia era buena, brillante diría yo. Pero vino la moción de censura y aquello le jodió el invento. «Contra Rajoy vivíamos mejor», debieron pensar los sesudos ayudantes de este chaval. Desde entonces no han dado pie con bola: trifachito en Andalucía... foto de Colón... migración a la derecha... y para rematar, una estrategia de negociación fallida en la que Casado y Teo -hay que reconocer que al fin han hecho algo bien- se la han colado por todos sitios. Rivera cree que apuntalar al PP, su estrategia del cuco, invadirle el nido, le va a convertir en la alternativa a los populares. Pero no, le ha hundido. Se ha visto que son la muleta del PP, el PP naranja, la ayuda inestimable para perpetuar en el poder a un partido que arrastra severos y serios problemas de corrupción.

Ojo a las alarmas. Cuando en una sociedad, como ocurre con la murciana, la corrupción es sistémica y la Justicia -que hasta ahora ha salvado a nuestro sistema de políticos corruptos de manera ejemplar- deja de ser justa, y los malvados se van de rositas una y otra vez por 'errores' y prescripciones, corremos el riesgo de que el ciudadano se encabrone y deje de cumplir con sus deberes cívicos: deje de pagar impuestos, comience a escaquearse en el trabajo o empiece a cometer delitos porque... todo vale. Contribuir a que continúe este estado de cosas ha sido un error fatal por parte de Cs, que está amortizado. Disfruten sus señorías de estas paguicas que serán las últimas. Ah, y si tienen que comprar un piso no envíen a negociar a nadie del partido naranja. Porque la estrategia del cuco con el PP no funciona. Si un cuco pusiera su huevo en el nido de un águila, ni sobreviviría el cuco ni su cría. He dicho.

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