En una semana son las elecciones en EE UU, el país del cine y la hamburguesa, del sueño americano y la prisa. Tom Wolfe lo ... definió muy bien cuando dijo de uno de sus personajes que triunfó como todo el mundo quiere triunfar en Nueva York, es decir, enseguida. También el país de Trump. Fue Vargas Llosa el que dijo que nunca hubiéramos pensado que EE UU iba a tener un presidente tercermundista. Y es que nunca conocimos niveles tan bajos de talla política, educación, honorabilidad, saber estar y dotes de mando que con el inefable Trump. Quizá con Berlusconi, pero este con una socarronería que disfrazaba mejor su impericia, y quizá en algún otro sitio más a trasmano. El problema de Trump es que no está en cualquier sitio, sino en el país más influyente del mundo. Así que ahora solo nos queda desear que si el pueblo americano cometió el error de elegirlo una vez, no cometa el fallo de elegirlo dos. La contumacia en el error ya no es una error: es un despropósito.
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