Las elecciones de Andalucía
ASÍ ME PARECE ·
Juan Manuel Moreno ya puede ir haciéndose a la idea de que, si quiere seguir gobernando, tendrá que hacerlo con VoxCon el adelanto electoral en Castilla y León, ha comenzado un ciclo electoral que terminará con las generales de finales de 2023 o principios de ... 2024. Pablo Casado convenció a Fernández Mañueco y a Moreno Bonilla para que, sucesivamente, fuesen adelantando las elecciones autonómicas en sus respectivas regiones. El eco de las espléndidas victorias que se esperaban originaría una ola imparable en la opinión pública que terminaría llevando en volandas a Pablo Casado a La Moncloa.
El resultado de las urnas en Castilla y León rompió en mil pedazos esta estrategia. Se acabó la ensoñación. La realidad se impuso. Además de sus consecuencias nacionales, estos resultados, en un primer momento, enfriaron el propósito de Juan Manuel Moreno Bonilla de seguir el ejemplo de su colega Mañueco, y adelantar las elecciones en Andalucía. Moreno pasó de quejarse de que no le habían aprobado los presupuestos, y de que así no podía gobernar, a guardar un prudente silencio y a volver a insinuar que las elecciones serían cuando tocasen, es decir, en otoño.
Actualmente, Moreno Bonilla se ha animado de nuevo. En las encuestas se está reflejando lo que se llama el 'efecto Feijóo'. El cambio de presidente nacional del PP ha devuelto el ánimo y las esperanzas a las bases del PP. Con Feijóo se puede ganar. Y, seguramente, Juan Manuel Moreno quiere aprovechar esta tendencia, estos aires favorables, mientras duren.
Juan Espadas es un buen candidato. Está dándose a conocer y tiene el respeto de los activistas del PSOE
No obstante, al tomar su decisión, supongo que Juan Manuel Moreno se habrá planteado algunas consideraciones. Y quizás, entre otras, haya analizado las siguientes circunstancias:
1. El efecto Feijóo puede prolongarse. Pero también puede ser efímero. Depende de que el nuevo presidente del PP no cometa errores. Es verdad que está siendo discreto y cauteloso. Pero también lo es que está incurriendo en alguna torpeza. Por ejemplo, la sociedad en general percibe que es urgente renovar el Consejo General del Poder Judicial; y que el PP de Casado incumplió sus obligaciones constitucionales al bloquear la renovación con excusas poco creíbles. Pues bien, ahora Feijóo ha condicionado el pacto para la renovación del CGPJ a que Pedro Sánchez admita una rebaja en los impuestos. Pero, ¿qué tendrá que ver una cosa con la otra? Además, en plena crisis económica, tras una pandemia, en guerra con Rusia, y con la inflación disparada, ¿es el mejor momento para pedir una rebaja de impuestos? Irremisiblemente, la opinión pública empezará a plantearse si, con esta absurda negativa a renovar el CGPJ, el PP de Feijóo no estará buscando seguir controlando la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo por la puerta de atrás, tal y como dijo uno de sus senadores. Con errores de este tipo, el efecto Feijóo puede ser efímero.
2. Hace cuatro años el PP no ganó las elecciones en Andalucía. Las ganó el PSOE, pero sin posibilidades de formar mayorías parlamentarias. Moreno Bonilla accedió al palacio de San Telmo mediante un pacto con Ciudadanos y el apoyo parlamentario de Vox. Sin embargo, en 2022, las cosas han cambiado mucho.
3. En primer lugar, el PSOE de Andalucía no es el mismo. En 2018, con Susana Díaz al frente, el partido estaba dividido. Muchos socialistas andaluces no aceptaban el liderazgo de Susana Díaz. Y en las elecciones dejaron el cuerpo muerto. Los que tenemos experiencia política sabemos lo que esto significa. Lo grave no es que los activistas de los barrios y de los pueblos no voten, o no quieran ser interventores ni apoderados. Lo grave es que no movilizan el voto, no animan a votar a los que ellos saben que siempre han votado socialista. Pues bien, esto no va a ocurrir ahora. Juan Espadas es un buen candidato. Está dándose a conocer en todos los rincones de Andalucía. Y despierta el respeto y la adhesión de los activistas del PSOE. Y no hay que olvidar que esos activistas integran la estructura electoral posiblemente más perfecta y eficaz de España.
4. En segundo lugar, las encuestas dicen que Ciudadanos sacará uno o ningún diputado. Mientras que Vox, que ni siquiera ha designado todavía candidato, sigue creciendo en intención de voto de forma imparable. Es poco probable que, a corto plazo, esta tendencia cambie. Con lo cual, Juan Manuel Moreno ya puede ir haciéndose a la idea de que, tras las elecciones, si quiere seguir gobernando, tendrá que hacerlo con Vox. Con todos los riesgos que esto implica.
5. Hay, sin embargo, dos datos positivos que deben animar a Juan Manuel Moreno: el primero, que la convocatoria para principios de verano no es un adelanto electoral significativo, porque realmente tocaba pocos meses después; y, segundo, que su gestión de gobierno ha sido buena, y se merece que el pueblo andaluz se lo reconozca.
En cualquier caso, se trata de unas elecciones importantes. En sí mismas, y porque sus resultados nos indicarán de modo inequívoco el futuro del PP y del PSOE.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión