Cohabitar con desechos
LA RAMPA ·
Hay cubos de distintas formas y dimensiones, pero todos contienen basurasEn los dos primeros gobiernos democráticos de Adolfo Suárez (cuánto le echamos de menos y qué poco lo valoramos en su día) destacó la figura ... de Abril Martorell, a quien le tocó lidiar con algunos de los formidables morlacos de la Transición entre los que se encontraba –y ahí sigue– el afán desmembrador de España que a un servidor le parece injustificado e inadmisible, luego de más de 530 años de convivencia. Harto, quizás, de tanta distorsión y terquedad de sus interlocutores, Abril Martorell dijo aquello de que «si después de varios siglos no se ha encontrado arreglo, tal vez sea que no tiene solución». Es decir, que estamos condenados a coexistir con las pretensiones independentistas de una minoría que quiere convertir su sueño en realidad y que, digámoslo también, ha encontrado en él su medio para bien vivir a costa del erario público que incluye el dinero de la mayoría no independentista.
El caso Puigdemont (cuyo abogado engorda su millonaria minuta alegando ahora que el Tribunal Supremo no es competente para juzgarle) es un paradigma de cómo se enrevesa un asunto, para convertir una legalidad por la brava, y una huida, en un 'derecho'. La falta de educación y de raciocino es uno de los principales problemas, si no el principal, que nos retrasa en el noble ideal de lograr convivir en paz. Las constantes trifulcas políticas, muy subidas de tono y rozando el insulto, no son un ejemplo a seguir. Muy al contrario, son un modelo de bulla permanente que provoca escándalo y desapego, pero lo peor es que también genera émulos entre sus seguidores y por ahí escuchas comentarios como el de no ir al concierto de Sabina «porque es muy rojo» o no escuchar a José Manuel Soto «porque es facha».
No es que no les guste la trova o el pop flamenco, no, es que son «rojos o fachas». Si las palabras olieran, algunas emanarían tufos. Pero a lo peor, y ante la persistencia de esas actitudes alejadas de las verdaderas necesidades sociales, es que no tenemos solución y estamos condenados a cohabitar con la basura. Y, no sin tristeza, constato que hay cubos de basura de varias dimensiones y diseños, con tapa y hasta con ruedas, pero todos contienen desechos.
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