Honor
JUAN LEGAZ PALOMARES
Sábado, 31 de julio 2021, 02:20
Me encuentro con mi amigo Honorio y pienso que no hay nada más estimulante para subirte la moral que los buenos amigos. Y no digamos ... en los tiempos que estamos viviendo. Cómo tendré las neuronas de oxidadas que creía que Honorio estaba relacionado con 'honor', suprimiéndole la 'io'. Mi amigo me aclara que su nombre puede que tenga su origen en un emperador romano llamado Flavio Honorio Augusto. Porque sigue siendo hombre serio, cumplidor y de honor.
No era mi intención escudriñar en las buenas cualidades de mi amigo Honorio, aunque sí, en estos tiempos de vaivenes levantiscos, avisar a las conciencias de que con los desgraciados e incontrolados contagios del coronavirus, confundo palabras, frases y hasta las versiones que permanentemente recibe el cerebro, y me consuelo con la palabra 'honor'. ¡Qué tontunas maquina la mente cuando tiene calentura!
Mi refugio es, casi siempre, el diccionario de la RAE, y me aclara que, entre otras acepciones, el significado de 'honor' es «cualidad moral que lleva el cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo. Gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones mismas de quien se la granjea».
Bueno, bueno... la cabeza está a punto de estallarme. La solanera, los contagios, la pandemia, las restricciones, los toques de queda y ese amasijo de normas, noticias, mezclando verdades, medias verdades y mentiras o mentirijillas, rompen los esquemas cerebrales de cualquier mente medianamente sana. Perturban la poca lucidez que nos queda a los ancianos y no hay manera de distinguir lo cierto de lo incierto, lo verdadero de lo falso, o lo que de veras nos conviene en cada momento, o qué dirección o directrices seguir.
Por eso hoy es uno de esos días que se te cruzan los cables, por vejez, por oxidación neuronal, por demencia senil o qué sé yo. Y como un maniático vejestorio al que, estoy seguro, que no se le hace caso, porque hasta los nietos te dicen: «El abuelo no entiende ni papa. ¡Déjalo estar!». Pues me he entretenido en olisquear el significado de la palabra 'honor'. Tampoco se fíen de un anciano que delira, chochea y con su mente febril os suelta un rollo sobre el honor que, en realidad, no interesa demasiado. Y es un tostón que duerme a las ovejas. Así que vive la vida y déjate de monsergas de viejos que no se coscan de la evolución y el progreso de los tiempos.
En fin, para mí ya es tarde para reciclarme. Viviré con honor el tiempo que me quede de vida, y allá cada cual con su conciencia y responsabilidad. Calderón de la Barca lo puso claro en 'El alcalde de Zalamea': «Al rey la hacienda y la vida / se ha de dar, pero el honor / es patrimonio del alma / y el alma solo es de Dios».
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