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El bombeo del Albujón en la debacle del Mar Menor

Nunca olvidemos que la tarea más importante es reducir el uso de los nitratos en los campos

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Miércoles, 22 de abril 2020, 02:17

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En esta región está siendo costumbre que cada vez que alguien pide al Gobierno regional que haga cumplir la ley y las normativas vigentes de protección para tratar de salvar a nuestro agonizante Mar Menor, respondan con un mantra muy bien aprendido y mil veces repetido: «Que la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ponga en marcha la estación de bombeo de la desembocadura de la rambla del Albujón». Excusa perfecta para seguir sin hacer nada.

La estación de bombeo al final de la rambla del Albujón fue construida por la CHS en los años 90 con fondos públicos para elevar y conducir las aguas de drenaje del Campo de Cartagena hasta una planta desalobradora situada en El Mojón (San Pedro del Pinatar) para que allí, una vez desalobradas, fueran reutilizadas. A cambio los regantes, se harían cargo de su mantenimiento. Sin embargo, la desaladora del Mojón pronto tuvo que parar, ya que las salmueras del rechazo cargadas de nitratos se vertían al Mediterráneo. Las comunidades de regantes no quisieron seguir manteniendo las instalaciones por considerarlas costosas, por lo que la estación de bombeo fue abandonada.

Tras el proceso de eutrofización del Mar Menor en 2016, la CHS pone de nuevo en marcha esta infraestructura, la cual ha estado funcionando intermitentemente a causa de frecuentes averías en el canal de conducción. Durante estos periodos las aguas que llegaban al Mojón eran mezcladas con aguas del Trasvase Tajo-Segura y de la desalinizadora de Torrevieja, para bajar su salinidad y así poder obtener agua de mejor calidad para el riego.

La potente DANA de septiembre de 2019 dejó inoperativa la planta de bombeo. En noviembre de 2019 la CHS comunicó a la Consejería de Medio Ambiente y a la Comunidad de Regantes que la estación ya estaba reparada, pero que para su puesta en marcha necesitaba un permiso de la Consejería por si se producía algún vertido al Mar Menor por avería en la conducción, permiso que ha tardado cuatro meses en llegar.

Ahora es el momento de asumir responsabilidades, competencias y tomar decisiones, el problema de contaminación del Mar Menor está en los nitratos que llegan a la laguna, en los nitratos que contaminan su acuífero, en los cientos de miles de toneladas de nitratos que cada año son utilizados por la agroindustria del Campo de Cartagena, este es el problema de origen y no otro, y aquí es donde se ha de actuar, para poder devolver el equilibrio a la laguna. Cosa que hasta la fecha no se ha hecho.

Volver a poner en funcionamiento la estación de bombeo de la rambla del Albujón no es la solución, es solo una medida de emergencia para paliar, al menos en parte, la llegada de agua contaminada hasta el Mar Menor. Nunca olvidemos que la tarea más importante es reducir el uso de los nitratos en los campos, como exige la normativa de buenas prácticas agrícolas.

Las tres partes implicadas, Gobierno regional, CHS y regantes, deberían poner soluciones viables a este gravísimo problema y en cambio siguen jugando a pasarse la patata caliente. Todos saben que lo más probable es que este verano el Mar Menor sufra otro episodio de anoxia (así lo indican sus actuales índices de eutrofización) y solo pretenden que no sea a ellos a quienes les explote esta situación en la cara.

Estamos viviendo una tragedia mundial con la pandemia por coronavirus, pero si además el Mar Menor colapsa este verano, tendría unas consecuencias terribles para la Región de Murcia, en todos los aspectos. Ahora solo falta saber si hay voluntad e inteligencia para buscar soluciones, o si eguiremos buscando culpables.

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