Hemos convertido una anomalía en el pan nuestro de cada día. Que el Mar Menor no tenga banderas azules demuestra que un lugar edénico, que ... debería engarfiar unas cuantas cada verano, es hoy día un paraíso mellado. ¿A alguien le da vergüenza? No lo sé, no he visto a ningún político salir a escena, pedir perdón, asumir que el Mar Menor es hoy una piltrafa y decir que va a dar sangre, sudor y lágrimas por restaurar parte de su hechizo, aunque sea mentira. Si las banderas azules son las estatuas de cada playa, al Mar Menor se le 'han caído' las suyas, ahora que el tema está de moda. Lo último es decir que echen abajo la de Colón, por racista. Yo entiendo que del dolor a la rabia no hay más que un paso, pero también que la rabia está demasiado cerca del desafuero y el absurdo, como se ve. Estoy seguro de que si se machucaran las estatuas de todos aquellos cuyas vidas no fueron perfectas, no quedaría una en pie en el mundo.
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