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LA ASISTENCIA AL INFARTO EN LA REGIÓN

La experiencia muestra que los enfermos del Área II (Cartagena) tratados con angioplastia en La Arrixaca tienen los mismos beneficios que los procedentes de la zona cercana (Área I)

EDUARDO PINAR BERMÚDEZ

Martes, 14 de mayo 2019, 03:30

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Escribo estas líneas tras las solicitudes recibidas de colegas, pacientes y ciudadanos, preocupados por las noticias que han aparecido sobre la asistencia al infarto en el área de Cartagena. Como cardiólogo y desde la Sociedad Murciana de Cardiología, es indudable el apoyo a la mejora de la dotación de los servicios de nuestros hospitales y consultas extrahospitalarias. Mejoras tanto en la dotación de personal como en la reducción de listas de espera, revisión de procesos asistenciales, incorporación de nuevas tecnologías, etc. Se trata de iniciativas destinadas a cumplir nuestro principal objetivo, que es proporcionar la mejor asistencia a nuestros pacientes. Así, el aprovechamiento al máximo de las costosas instalaciones de nuestros hospitales puede ser una medida razonable y que, en cada caso, las autoridades sanitarias deben valorar. En esa línea, la apertura 24 horas de la Unidad de Hemodinámica del Hospital Santa Lucía de Cartagena puede aportar ventajas para algunos pacientes que actualmente se trasladan al Hospital Virgen de la Arrixaca. Sin embargo, la preocupación por mejorar la calidad asistencial a algunos pacientes ha sido interpretada de una forma que ha llevado a generar una alarma en muchos ciudadanos.

El infarto agudo de miocardio es una enfermedad grave y frecuente. Cada año lo padecen más de 700 personas de nuestra Región. Las medidas preventivas, la rapidez en el diagnóstico y las mejoras en el tratamiento han hecho que en los últimos años la mortalidad se haya reducido en un 25%. Pero aún así, desgraciadamente, sigue causando el fallecimiento de uno de cada 10 afectados. Más allá de los números, esta contribución a la mortalidad cardiovascular refleja lo que realmente importa, lo que nos obliga a seguir trabajando y lo que hace difícil escribir sobre el tema sin recordar a pacientes que han fallecido por este problema y el dolor de sus familiares. Estos párrafos están escritos desde esa preocupación, el homenaje a los que no sobrevivieron y el respeto, cariño y comprensión hacia sus familias.

El infarto se produce por la oclusión de una arteria coronaria que provoca la muerte de parte del músculo cardiaco. Hasta los años 70, el tratamiento del infarto era aliviar el dolor y mantener reposo durante semanas. El pronóstico mejoró cuando se empezaron a utilizar medicamentos que disuelven ese coágulo y posteriormente cuando fue posible desobstruir la arteria con un catéter. Así, actualmente el tratamiento se basa en administrar diversos fármacos y en solucionar el problema con un medicamento (fibrinolítico) o con un cateterismo (angioplastia). En los últimos años, en todos los países se ha estimulado la creación de redes asistenciales para el tratamiento del infarto, que permitan la coordinación de los profesionales y el traslado seguro y rápido de los enfermos.

Hace más de 18 años se estableció un equipo de guardia de Hemodinámica en La Arrixaca. Lo que inicialmente era un servicio para el propio hospital, pronto se extendió a todos los enfermos de la ciudad y posteriormente se ofreció a toda la Región. El inicial Plan Regional fue recientemente reevaluado y actualizado con las recomendaciones recogidas en el documento 'Código Infarto' de la Consejería de Salud, que establece unos protocolos de tratamiento para los pacientes que sufren uno de estos problemas.

Es fundamental el papel de médicos de urgencias, equipos del 061, UCI, cardiólogos, enfermeros, celadores, auxiliares... En la asistencia al infarto todos los trabajadores de los distintos hospitales regionales y de los servicios de urgencias extrahospitalarios son importantes. No se trata de servicios o terapias locales sino que la asistencia a los pacientes con infarto es realizada con una perspectiva global por distintos profesionales trabajando en equipo. Y aquellos enfermos que necesiten un cateterismo urgente se les puede realizar en un tiempo adecuado. La Sociedad Europea de Cardiología establece que debe realizarse en menos de dos horas desde que se toma la decisión. En la mayoría de los casos este objetivo puede cumplirse en nuestra Región, con unos tiempos de traslado recomendables inferiores a 60 ó 90 minutos.

Durante estos años, la Unidad de Hemodinámica de La Arrixaca ha atendido a más de 7.000 enfermos con infarto de los diferentes puntos de la Región, recibiendo la certificación de excelencia de la Sociedad Española de Cardiología.

La experiencia muestra que los enfermos del Área II (Cartagena) tratados mediante angioplastia coronaria en La Arrixaca tienen los mismos beneficios que los procedentes de la zona cercana (Área I). Incluso estudios realizados por la Consejería de Salud muestran tasas de supervivencia tras infarto similares en los enfermos de una u otra zona.

Es necesario trabajar para corregir deficiencias y continuar mejorando los servicios, pero sin alarmismo. Debemos apostar por la concienciación ciudadana e insistir en las medidas de prevención, pero si desgraciadamente alguien padece un infarto, puede confiar en los profesionales sanitarios de nuestra Región.

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