Idiotas con poder

Una de estas plataformas es Goodreads. Es una suerte de Filmaffinity de libros, donde los lectores, además de puntuar sus lecturas y recomendar libros, pueden seguir a sus autores favoritos y a otros lectores.

Hace unas semanas, la escritora Elizabeth Gilbert, la autora de 'Come, reza, ama', anunció el lanzamiento de su próxima novela, 'The snow forest', una historia ambientada en Rusia. Este hecho y la coincidencia con el segundo aniversario de la invasión de Ucrania, llenó Goodreads de comentarios y valoraciones negativas sobre el libro. No se había publicado aún, nadie lo había leído todavía, pero como si de un ataque preventivo se tratara, hubo tantas críticas negativas que la editorial Penguin anunció que retrasa la publicación hasta el fin de la guerra, para disgustazo de la autora. En Amazon, la fecha prevista para el lanzamiento es el 22 de octubre de 2026, ¿ese día acabará la guerra o tendrán que retrasarlo aún más?

Un grupo de idiotas armados con un teclado y conexión a internet habían conseguido acojonar a una de las editoriales más grandes del mundo.

Y este no ha sido el único caso. Se producen situaciones tan disparatadas como la que señala Luis Alemany en 'El Mundo', en la que la sexta parte de 'Canción de hielo y fuego' de George R. R. Martin tiene en su ficha de Goodreads más de seis mil calificaciones de cinco estrellas y más de trescientas de una, cuando la novela ni siquiera se ha escrito.

Parece que detrás de todo esto, puede haber grupos de presión ejerciendo la dictadura del pensamiento único. Pero también hay personas individuales que quieren que sus filias y sus fobias se escuchen por encima del sentido común. ¿Podría poner límites Goodreads a esta estupidez? Claro que podría, pero a esta plataforma, como a casi todas, le interesa la cantidad, no la veracidad.

Las opiniones se han convertido en un instrumento de poder. Y no hay nada más peligroso que un idiota con opinión. Y la idiotez poderosa ha llegado a la literatura.