2020, un año para el olvido

Hablar ahora de aumentos salariales y de la semana laboral de cuatro días se antoja irresponsable. Tampoco es el momento de subidas de impuestos

Miércoles, 30 de diciembre 2020, 00:41

La pandemia que padecemos desde el pasado marzo en España ha supuesto la pérdida de decenas de miles de vidas y también el cierre de muchos miles de negocios, con nefastas consecuencias en el empleo. Es lógico que el sentir generalizado sea que termine este 2020 cuanto antes, aunque el año entrante venga cargado de incertidumbres.

Publicidad

La más inmediata, la salida del Reino Unido de la UE, en lo que parece un acto de orgullo más que una decisión coherente. Por suerte ha sido una salida consensuada, lo que se traduce en un castigo menor del previsto para la exportación y el turismo, ya que el mercado británico es el principal emisor de visitantes de nuestras costas.

Sin ser esta una cuestión menor, las consecuencias de la Covid-19 han marcado la dinámica económica y social durante 2020, sin que en el horizonte se aviste un final claro. Ha cambiado nuestros hábitos, nuestras costumbres y nuestra forma de relacionarnos con clientes, proveedores, amigos y hasta la familia. En Croem hemos tenido que dar lo mejor de nosotros mismos desde el primer momento, a la par que lo hacían nuestras asociaciones integradas y, por ende, los empresarios de nuestra región. Primero con aquellos que, siendo considerados actividad esencial, estuvieron al pie del cañón en pleno estado de alarma; y, sobre todo, con todos cuantos trabajaron de forma limitada o cesaron su actividad.

Entre las malas noticias que ofrecen los Presupuestos del Estado cabe destacar un nuevo e injustificado retraso en la llegada del AVE a Murcia

En este sentido, la preocupación por sectores como el comercio, la hostelería, la hotelería o los espacios de ocio es constante. A día de hoy, con las nuevas restricciones por Navidad vigentes, no sabemos cuántos negocios podrán reanudar su actividad cuando empiece 2021. Hemos sido siempre respetuosos con las medidas preventivas adoptadas por el Comité Covid, pero eso no significa que algunas decisiones llamen la atención y tengan siempre como pagadores de las facturas a los mismos. Impulsamos desde la confederación regional, siempre junto a Hostemur, un plan de rescate de la hostelería que no puede sustituir a lo único que garantiza la supervivencia de una empresa: que mantenga su actividad.

La liquidez y la congelación o exoneración de tasas han sido otras de las demandas en un contexto de erosión de la actividad económica y de destrucción de puestos de trabajo. Hablar ahora de subidas salariales y de cuestiones como la semana laboral de cuatro días se antoja irresponsable. Tampoco es el momento de plantearse subidas de impuestos que lo que van a hacer es castigar la actividad económica y el empleo.

Publicidad

Además, Croem ha elaborado su informe sobre las previsiones de los Presupuestos Generales del Estado para 2021 en la Región de Murcia. Es considerable el incremento previsto, pero sin olvidar que la mitad del total se la lleva el apartado de Defensa para la construcción de un submarino. Siendo esta una iniciativa importante, consideramos poco realistas las partidas destinadas a la misma, dada la mala costumbre de deslizarlas de un año a otro. Sin que eso suponga cuestionarlas, como falsamente se ha dicho desde algunas instancias.

Por el contrario, se quedan sin atender otras cuestiones que consideramos importantes. Entre las malas noticias que ofrecen los Presupuestos cabe destacar, porque brilla con luz propia, un nuevo e injustificado retraso en la llegada de la Alta Velocidad a Murcia, que las propias previsiones de los Presupuestos fijan en 2024. El tiempo ha dado la razón a Croemporque lleva muchos años cuestionando los plazos desde que se gestara el AVE Madrid-Levante, en el famoso Pacto de San Esteban de 2001. Vamos para dos décadas de espera cuando en La Mancha y la Comunidad Valenciana el AVE lleva años circulando. No nos leímos la letra pequeña de aquel pacto.

Publicidad

Por otra parte, los recortes que están sufriendo las aportaciones del Trasvase Tajo-Segura, asociadas a las pretensiones de aumento de caudales ecológicos, siguen arrojando sombras sobre el futuro de la infraestructura, como así denuncian los regantes. Y también preocupa el futuro del Mar Menor, sometido a un estrés del que son responsables muchos, no solo unos pocos. No dejaremos de lado estos temas en 2021 mientras intentamos que los sectores de actividad vayan recuperando la normalidad.

Pero lo que más me preocupa es la falta de unidad política. Ni siquiera en una situación de pandemia, con miles de fallecidos en España, los partidos han conseguido aparcar sus diferencias para centrarse en el objetivo único de proteger a los ciudadanos. Sobre sus conciencias quedará en este año nefasto, pero nunca dejaré de apelar a la responsabilidad de todos ellos.

Publicidad

En cualquier caso, espero y deseo a todos un 2021 con las mejores expectativas y que consigamos trabajar todos juntos para vencer este mal sueño.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad