El quebrantahuesos en la Región de Murcia
GINÉS LUENGO GIL
Martes, 19 de noviembre 2019, 21:20
En 1993 un grupo de conservacionistas se propuso recuperar al quebrantahuesos ('Gypaetus barbatus') en Andalucía: criarlos en cautividad y devolverlos a su hábitat natural, de donde fueron exterminados. Hace unos días nos enteramos de que Andalucía no subvencionará más a la Fundación Gypaetus, entidad privada sin ánimo de lucro cuyos fines han sido la cría en cautividad, la educación, la sensibilización y la difusión sobre la especie.
La liquidación por no subvencionar la Fundación Gypaetus supone una de las peores decisiones en materia de medio ambiente y conservación de fauna andaluza que se ha tomado en toda la historia de la autonomía. En cualquier caso, y gracias a estos proyectos, los quebrantahuesos sobrevuelan las sierras de la Comunidad Autónoma (Sierra Espuña, Altiplano, Noroeste). Normalmente en viajes de ida y vuelta en el mismo día y en ocasiones pernoctan en nuestras sierras, tal y como ya contó Miguel Ángel Ruiz en 2017 en este mismo diario. A tenor de la nefasta noticia del cierre de la Fundación, propuse en redes sociales ese mismo día que desde la Región de Murcia podríamos coger el testigo que deja la Junta de Andalucía y liderar nosotros un nuevo proyecto continuista para afianzar al quebrantahuesos en nuestras sierras y, puesto que el cielo y las aves no entienden de fronteras, por toda la geografía ibérica. Este tipo de proyectos de conservación de la naturaleza son vitales para que el patrimonio natural perviva y pueda ser disfrutado por nuestros descendientes. Es más, la conservación puede generar actividad económica en forma de turismo sostenible, infraestructuras, formación y divulgación. Si encima estos proyectos los llevamos a zonas de la España olvidada, podríamos rejuvenecer esas poblaciones con jóvenes preparados con titulaciones superiores y medias que den vida y atraigan riqueza a esos lugares recónditos. Poblaciones como Benizar o Inazares podrían ser perfectos núcleos en los que acoger proyectos de conservación como éste, que además permitirían captar fondos internacionales (si ponemos a los doctores adecuados a liderar los proyectos), pues estos objetivos casan perfectamente con los Objetivos y metas de Desarrollo Sostenible (ODS) que nos marca la Organización de las Naciones Unidas para la agenda 2030. Para estos proyectos es imprescindible contar con biólogos ambientales, veterinarios, técnicos de formación profesional, administrativos, etc. Si para el desarrollo de estos proyectos ponemos el requisito de residencia en estas poblaciones y lo facilitamos, conseguiremos llevar el talento científico-técnico a estas poblaciones, enriqueciéndolas y atrayendo población activa a las mismas. En torno a estos proyectos, y de forma paralela, podríamos incentivar la creación de empresas de ecoturismo que lleven a todos los interesados en conocer los proyectos, las instalaciones, la divulgación de formación por parte del personal cualificado y distintas jornadas divulgativas. También llevaríamos estudiantes de grados de nuestras magníficas universidades y centros de formación profesional para que se formasen 'in situ'. ¿Se imaginan lo que podríamos conseguir acoplando conservación de la naturaleza a la España olvidada? Espero que si usted es un responsable político y lee este artículo, se ponga en contacto con el COBRM para que hablemos sobre el tema.